¿Quieres llegar a ser un iniciado a Odín?

Odín es un Dios complejo y multifacético, que debería convenirnos bien ya que los Iniciados deben ser personas complejas y multifacéticas.  Él se independiza del orden cósmico original representado por el gigante, Ymir, asesinándolo y despedazándolo como células primarias de construcción para una nueva creación, formada para adecuarse a Él y sus compañeros Dioses: los nueve mundos que cuelgan del árbol-del-mundo: Yggdrassil, más especialmente el mundo de Midgard y el recinto de los Dioses.  También es descrito como Regalando la consciencia a la humanidad. Conforme a la mitología el hombre y mujer originales eran llamados Askr y Embla: Fresno y Olmo. En otras palabras, eran árboles. El simbolismo de esto debería ser obvio, ya que la complejidad de los nueve mundos en la mitología Nórdica es en sí misma representada como un árbol, Yggdrassil. Esto implica que la especie humana es un microcosmos de esa estructura cósmica mayor y es – como los Dioses – capaz de viajar dentro de todos los mundos y tomar parte de sus energías únicas.

Odín da a la humanidad una compleja mente/alma, la capacidad para el éxtasis Divino y la inspiración espiritual, y – más importante – un sentido del Yo. Hace a los seres humanos tan únicos, individuos auto-conscientes, cada uno con una voluntad propia, incluso como Él en Sí mismo lo es. Nunca se ha dicho que Odín sea un Dios confortable, en contra de las usanzas monoteístas. Él viaja a través de los mundos, a menudo con aspecto de vagabundo, un anciano que desafía a aquellos que Él encuentra, algunas veces como un siniestro bromista, algunas veces seriamente mortal. Pone a prueba a aquellos que toman Su Nombre para sí mismos y les da oportunidades para el heroísmo, que a menudo equivale a un gran malestar y tribulación. Es fundamental que un Iniciado que quiera honrar a Odín y busque emularle, desarrollando su consciencia, tiene que dar su más elevado e inspirado potencial de sí mismo.

Lo mejor de la vida es la vida misma.

El Iniciado no ofrece oraciones a Odín o implora favores, porque tales acciones desagradarían a este Dios que favorece a las almas heroicas. Un Iniciado reconocerá a Odín en la palabra y el acto y buscará emularle. La más profunda devoción que puede ser ofrecida a Odín es portar tu propia lanza y a grandes zancadas dentro de los mundos forjar tu propio sendero como Él ha hecho. La mayoría de nuestros antepasados germanos trazaban la ascendencia de sus jefes hasta Odín. El Padre-de-Todos era literalmente el ancestro de sangre de la gente del Norte. No es un Dios en el que elijamos “creer” entre otros dioses. Él no requiere creencia; Él está en cada pulso de nuestra sangre a través de nuestro cuerpo, una parte tangible de nuestra herencia genética. Está dentro de nosotros, en potencia, esperando ser despertado por algo o alguien. La prueba de su presencia es nuestra propia consciencia, regalada por Él. La existencia de la consciencia es la expresión directa del Dios de la consciencia, que no es una mera metáfora. Esto crea un vínculo muy particular entre Odín y el Iniciado odinista, un vínculo que va más allá de la mera creencia; es el vínculo del parentesco.

Odín nunca se fue, siempre has estado con nosotros

A diferencia del Principio de la Oscuridad en muchas religiones semíticas, Odín no es una figura diabólica Él es el Padre-de- Todos, el jefe de los Æsir. Él gobierna en Valhalla, no es un rebelde contra el sistema. Él no ha creado el universo, porque éste forma parte de un más antiguo y elevado orden cósmico del que los mismos Dioses tienen su origen, Él es más reservado y subversivo que cualquiera de los otros Dioses que le siguen. Frecuentemente viaja disfrazado y deliberadamente confunde a los mortales y Dioses por igual. No le asusta mentir o engañar con el fin de lograr sus metas. Odín juega al gran juego y cuando los otros Dioses están más preocupados en preservar lo que tienen, Odín entiende que el Ragnarök es inevitable. Lo encarará heroicamente, pero hace sus planes secretos para la restructuración del mundo posterior. Como el Dios de la consciencia, Odín entiende el principio de remanifestación y aplica sus energías usándolo para conseguir sus objetivos en lugar de luchar contra él, pues no hablamos ni más ni menos que del destino, el Ørlög, las leyes inmutables que rigen el universo. Odín mueve las piezas en su juego más allá de los límites de la visión de otros. Ni le asusta romper las normas del juego cuando la necesidad lo requiere.

Odín no hace nada a medias, nada, nunca, y las Eddas nos dicen que Él alimenta a sus lobos con carne con sus propias manos, y que se preocupa cada día por el regreso de sus cuervos que vuelan sobre los mundos para llevarle noticias y conocimientos. Odín es un chamán, por lo que nada de lo que hace es tan simple o directo como pueda parecer a primera vista, por lo que su relación con los animales con los que está asociado en la tradición: los cuervos, los lobos y los caballos, tienen un trasfondo más simbólico. Snorri lo nombra como un cambiaformas, tanto en Heimskringla y la Edda, diciendo que su cuerpo permanecía inmóvil como si estuviera muerto mientras enviaba su espíritu para descubrir las cosas que quería saber.

Entonces, dado lo anterior, ¿los cuervos y los lobos son realmente animales per se, externos a Odín, pero aliados con Él, o son formas o aspectos de su propia alma y/o conciencia que pueden tomar una vida independiente propia en para realizar tareas específicas? y que si bien esta es una forma que Él puede tomar si lo desea, su propia naturaleza es más cercana a la del lobo, y su relación con la gente muy parecida a la de un lobo alfa con su manada. Y sí, esta es una forma que Él también toma, Úlfhéðnar, o «piel de lobo», y su protegido Siegfrid (de Völsunga Saga) es un hombre lobo.

Hay otro animal con el que a veces se le asocia, aunque asume otro nombre para los guerreros odínicos, Berserker, significa «camisa de oso», y ese es el oso. Dos de sus heiti o sobrenombres, Bruni y Bjorn, significan «marrón», que se usaba comúnmente en las tierras del norte como un eufemismo para «oso».

Éstas son unas pinceladas de los que significa tener a Odín como Dios personal, un iniciado que tiene a Odín como su centro y guía, y que Éste le conduce hasta las mismas puertas de Valhalla.

8 comentarios en “¿Quieres llegar a ser un iniciado a Odín?”

  1. Hermoso escritor, así es, una ocasión en una.ofrenda a él claramente sentí que sus hijos jamás imploramos o agachamos hincados la cabeza, no pertenezco a ningún círculo y no me hace falta para ser iniciada, yo soy su hija con mis acciones, mi más grande ofrenda es ser fuerte y pelear por todas mis convicciones.

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