¿Por qué un español debería practicar el Odinismo-Asatru?


  1. Por nuestros orígenes paganos  y europeos.

El odinismo o asatru, (no vamos a entrar en las diferencias que algunos autores quieren establecer), es una religión neopagana, es por tanto una reconstrucción del siglo XX de la antigua religión que practicaban los pueblos germánicos y escandinavos. De la antigua religión de los pueblos germánicos se sabe poco, textos como Germania de Tácito son interesantes; a pesar de que Tácito no estuvo en Germania y  de que designa a los dioses germánicos con los nombres de los dioses grecorromanos, aporta mucha información a través de los germanos que entrevistó.  Tácito asimila los dioses germánicos con los dioses romanos, por este motivo no los designa con los nombres germánicos sino con los nombres latinos. Tácito reconoció en los germanos las antiguas virtudes de los romanos: coraje, honor,  heroísmo, patriotismo, vida austera y unos dioses comunes. Hoy en día sabemos que las lenguas celtas, latinas, germánicas y bálticas estuvieron en contacto desde muy antiguo, a finales del II milenio a.c, formando el subgrupo occidental dentro de las lenguas indoeuropeas..

La península Ibérica fue indoeuropeizada en varias oleadas, las primeras se designan como preceltas, son pueblos con elementos lingüísticos similiares a los celtas, como los lusitanos. En torno al 900 a.c llegaron las primeras oleadas de pueblos celtas que se establecieron en la mayor parte de la Península, quedados los íberos reducidos al sur y al levante. La romanización no supuso el fin de las culturas y la religiones celtas en Hispania, es bien conocida la tolerancia de los romanos con otras religiones, agradándoles incluir dioses de otros pueblos en sus templos. Con el fin del imperio Romano, la llegada de los suevos, visigodos y vándalos trajo el culto a Wotan a la Península. Es sabido que los tres primeros reyes suevos eran paganos y no se plegaron al poder de los obispos. Con los  reyes suevos, el paganismo en el Noroeste de la Península vivió libre de las persecuciones de los católicos. La conversión de los suevos al arrianismo y después al catolicismo fue puramente formal; a la vista de los textos de los concilios celebrados en Braga y Lugo, en época sueva, muestran que en el medio rural, (que en la edad media eran concentraba a más del 90% de la población), el paganismo (prácticas idolátricas y supersticiones pertinazmente arraigadas)[1] y el priscilianismo eran las religiones mayoritarias[2]. La conversión al catolicismo de Rekhiario en 450, no se sabe si fue solo un acto personal o si además se convirtieron con él una porción de sus súbditos. Aún así, los pocos suevos que abrazaron el catolicismo en una década se pasaron al arrianismo que adoptó Remismundo (457 a 469) al casarse con una princesa visigoda, lo cual nos dice que eran católicos o arrianos por razones políticas y no por sus creencias personales. De Tolosa llegó Ajax, para predicar el arrianismo entre los suevos.

En el I Concilio de Braga celebrado en el año 572, en tiempos del rey suevo Teodomiro se hace mención del líder bretón Mailoc, establecido en el norte de la provincia de Lugo, en la actual Bretoña, donde se establecería una diócesis (la actual de Mondoñedo). La llegada de estos celtas procedentes de la antigua Britania romana al norte de la provincia de Lugo se produjo como consecuencia de la conquista anglosajona. El establecimiento de una diócesis hace pensar que los britones[3]lucenses tenían una autonomía  propia de un grupo popular diferenciado durante los reinos Suevo y Visigodo. Como es sabido el cristianismo céltico mantenía muchos elementos paganos de la religión celta.

A pesar de la criminal persecución que la iglesia Católica realizó contra los paganos españoles, el paganismo sobrevivió oculto en tradiciones y leyendas. Es la propia Iglesia Católica la que se condena, con actas de sus concilios que nos recuerdan a las leyes raciales del III Reich o del Apartheid, tan denostadas por todas las naciones del mundo. Un ejemplo es el Canon XI del XII Concilio de Toledo:

Recordemos estos preceptos del Señor, no para castigo de los delincuentes, sino para terror, no imponemos por este decreto la pena de muerte, sino que avisamos a los adoradores de ídolos, a los que veneran las piedras, a los que encienden antorchas, y adoran las fuentes y los árboles, que reconozcan cómo se condenan espontáneamente a muerte aquellos que hacen sacrificios al diablo[4]

El historiador Rubén Montalban López, en su artículo titulado Contra los Paganos: Conflicto Cristiano-Pagano en la Bética tardo-antígua, nos resume los mecanismo represores utilizados por la Iglesia Católica para conculcar la libertar religiosa de nuestros antepasados:

“La forma más rápida de imponer una religión ajena es la imposición violenta, en sus múltiples facetas: violencia religiosa, social y político-jurídica. El análisis de fuentes muestra la existencia de un intenso conflicto y confrontación en el seno de las relaciones cristiano-pa­ganas, donde debemos destacar dos momentos álgidos que acelerarían el proceso: con la llegada de la dinastía Teodosiana (finales del siglo IV, destaca el Edicto de Tesalónica en el 380); y la conversión al catolicismo de Recaredo (587), aportando a la religión cristiana y a la institución eclesiástica, el blindaje político necesario para ascender en la hegemonía del panorama religioso, sociopolítico y económico; y lanzarse a la persecución física y material de toda creencia diferente o desviada del cristianismo.”[5]

“Los paganos que persistieran en sus prácticas paganas fueron concebidos como ame­naza inmediata en medios urbanos, mientras que el medio rural más hermético y aislado se encontraría más relajado frente a la regularización (Sanz, 2003: 102-103). Los castigos grosso modo, variaban entre: la confiscación de bienes y propiedades, la tortura, la pérdida de ciudadanía e incluso la pena capital por decapitación en los casos más graves de idolatría, adivinación, magia o herejía (C. Th., IX, 16, 1-8; IX, 35, 1; XVI, 5, 9-36; XVI, 7, 2; XVI, 10, 1-4 y XVI, 2, 19); y penas menos extremas, como multas (C. Th., XVI, 10-12 y XVI, 10, 19) o la negación a testar y recibir herencia, pasando los bienes a parientes cristianos (C. Th., XVI, 7, 1; XVI, 5, 7-9 y XVI, 10, 6). La participación en la vida ciudadana quedaría prácticamente anulada, al prohibir el comercio a todo aquel que no fuera cristiano (C. Th., XVI, 5, 40; XVI, 5, 59 y XVI, 5, 63-65). Se añadió un incentivo económico a la persecución, ya que los bienes requisados revertirían en las arcas imperiales o patrimonio eclesiástico (C. Th., XVI, 10, 14- 20; XVI, 5, 43 y XVI, 10, 4). Los paganos quedaron legalmente vulnerables ante la negación de actuar como jueces, defenderse en juicios o ser testigos (C. Th., XVI, 10, 21 y XVI, 7, 1), sumado a la potestad de los tribunales eclesiásticos en juicios por cuestiones religiosas (C. Th., XVI, 11, 1); lo que llevaría frecuentemente a grandes abusos, protagonizados por jueces eclesiásticos ansiosos por aumentar su patrimonio.”[6]

La persecución de la Iglesia Católica contra los paganos continuó con la Santa Inquisición que mantuvo sus tribunales en España hasta 1834.

Los últimas personas ejecutadas por la  Santa  Inquisición fueron:

  • Dolores López, por hechicera y mantener relaciones sexuales con varios confesores, ejecutada en Sevilla en 1781 por medio del garrote vil.
  • Cayetano Ripol, maestro de escuela Valencia, el 31 de julio de 1826, por no creer en los dogmas de fe de la Iglesia Católica. Las acusaciones contra el maestro fueron que no llevaba a los niños a misa y que en vez de decir “Ave María”, decía “Las alabanzas pertenecen a Dios”. Fue ahorcado y sus restos quedamos en los crematorios de la Inquisición.

Cada día vemos en las noticias más casos de condenas a sacerdotes[7] católicos por pederastia, una lacra contra la que la sociedad civil debe manifestarse.

Los estudios de ADN[8] y genealógicos[9] nos muestran que la gran mayoría de la población española es de origen europeo. Las religiones cristiana, judía e islámica (religiones abrahámicas) son foráneas a nuestra patria y se impusieron por métodos violentos.

  1. ¿Qué religiones europeas podemos practicar?

Vivimos una época de teórica libertad en materia religiosa; en España el nacionalcatolicismo ha sido abolido, con lo cual ya no es obligatorio ser católico ni llevar nombres cristianos. Han tenido que pasar 1500 años para que podamos volver a nuestras religiones ancestrales, aquellas que están en consonancia con nuestro ser íntimo. Asistimos a la creación de asociaciones religiosas paganas, entre las que destacan las de orientación célticas, wicca, latinas, guanche, egipcia, tengrismo, chamanistas, las odinistas-asatru. Todas son sin duda buenos caminos para el desarrollo espiritual de las personas, cada uno debe meditar por donde le llevan los Dioses.

La religiones druídicas son sin duda una opción de las más interesantes en el ámbito Peninsular. Su principal dificultad reside en lo poco se conserva de las enseñanzas druídicas, pues era un saber iniciático que se transmitía verbalmente de maestro a discípulo, estando rigurosamente prohibido escribirlo. Las principales fuentes son de origen irlandés: los ciclos Mitológico, de Finn, Ulster, Cuchulainn, Reyes, etc. En ellos se hace mención a los dioses, pero por desgracia no nos permiten profundizar demasiado en las funciones de cada dios, su psicología, sus festividades, culto doméstico, rituales públicos, etc. No obstante, no hay dificultades insalvables y donde faltan textos, la sinceridad de la búsqueda y la ilusión por el encuentro personal con los Dioses darán lugar a revelaciones que marquen el renacer del culto celta en nuestra patria.

Las religiones de matriz odinista-asatru cuentan con las fuentes inspiradas de los Eddas, las Sagas y muchas leyendas que se conservan por toda Europa. Al practicarse hasta el siglo XI, se han conservado más documentos, aunque la mayoría son recuerdos de una era pagana, narrados por cristianos que dejan entrever sus prejuicios y moralina de vez en cuando.

La religión pagana Romana tiene unos rituales complejos, que exigen templos y sacerdotes especializados. Es una religión de un Imperio, aunque en sus orígenes tenía las mismas raíces que las religiones célticas y germánicas.

  1.    Algunas Características del Odinismo
  • Es una religión de la naturaleza, sus templos son los bosques, los ríos, las montañas. Un templo odinista está abierto al cielo, sus muros solo delimitan el lugar sagrado donde se produce la manifestación divina, para protegerlo de las influencias profanas.
  •  No hay una jerarquía sacerdotal, por tanto se encuentra  un trato directo con los Dioses. Alejado de las conjuras y conspiraciones de Papas, Patriarcas, Primados, Cardenales, Arzobispos, Obispos, Arciprestes, Vicarios, Párrocos, Coadjutores y Diáconos y Monjas, que nos narran los medios de comunicación. Los godis (sacerdotes odinistas) no tienen ninguna prebenda sobre el resto de los fieles a Wotan. Cada odinista celebra en su hogar el culto a los Dioses, sin tener que pedir un permiso a ninguna autoridad.
  • En el odinismo no hay ortodoxia ni libros sagrados; el sentido común, el estudio de las tradiciones y la búsqueda de lo sagrado en cada uno de nosotros guía nuestra vida espiritual, sin la necesidad de un derecho Canónico, ni tribunales eclesiásticos.
  •  En las Eddas y en las Sagas se pueden encontrar textos inspirados por los Dioses, pero es cada odinista quien debe encontrar e interpreta la inspiración para su vida en los textos. Al ser el odinismo una religión de crecimiento personal y espiritual, cada odinista en función de su desarrollo interpretará los textos, encontrando lo que necesita para seguir evolucionando.
  • El odinismo no impone un código moral irrealizable, ni premia la hipocresía ni la represión. No impone el celibato a sus godis. Los Dioses nos enseñan que el camino es la represión sexual antinatural sino el camino del autoconocimiento de todas las facultades humanas. En la antropología odinista el hombre haya en las nueve virtudes nobles una fuente de inspiración y superación. Queremos que los Dioses estén orgullosos de nosotros, que nuestros familiares y amigos nos aprecien.
  •  En el odinismo el hombre no es un ser nacido del pecado ni precisa ser salvado. Los Dioses son seres imperfectos, pero en ellos vemos ejemplos épicos de superación y de búsqueda del bien común.
  • Los odinistas siente una gran cercanía con todas las religiones y culturas del planeta. El odinismo no se afirma como la única religión verdadera, reconoce en todas las religiones elementos sagrados. Con la religión Védica, la Griega, la Romana, la Celta, la Báltica y la Eslava tiene especiales vínculos por descender del mismo pueblo ancestral.
  •  El odinismo no es una religión proselitista, no busca la conversión de los no odinistas.
  • Los Dioses indoeuropeos no son omnipotentes, ni increados, ni omniscientes, ni omnisapitentes, etc. Son seres superiores al hombre en atributos, pero al igual que el hombre son parte del Cosmos. Los dioses nos han creado a partir de la materia, codificando nuestro genoma, como se desprende de textos como el Rigsthula. Con nosotros comparten un proceso de desarrollo espiritual y material, siendo nuestros guías. El fin de los hombres es compartir el destino con los Dioses.
  • Una visión heroica del Cosmos, de la vida humana y de la divina. En todas las mitologías indoeuropeas el heroísmo es una característica esencial. No importante tanto el triunfo final como la lucha y el sacrificio frente al enemigo o la adversidad. Lo vemos en la Ilíada, en la Odisea, en el Mahabharata, en la fundación de Roma, hasta en los tiempos modernos como en “Os Lusiada” de Luis de Camoes.
  •  Odin, Wotan, Gaut, Harr, se le conocen más de 200 nombres para nombrar al padre de los Dioses y de los godos. Odín es un Dios complejo, como compleja es la naturaleza humana. Anhela un conocimiento profundo de las cosas y no escatima dar un ojo para conseguir ver más allá. Intuye un conocimiento iniciático por el cual debe morir para renacer con una nueva luz interior. Asume el riesgo de la prueba, en la cual puede morir. Penderá de Yggdrasi, ahorcándose, nueve días y nueve noches, atravesado por su propia lanza en sacrificio así mismo. La sabiduría que persigue Odín no es por vanidad, con ella desea conocer y en la medida de lo posible mejorar el destino de los Dioses y de la humanidad. Los demás Dioses y Diosas realizan Gestas comparables a las odínicas, unas se han conservado como la de Tyr frente a Fenrir o como las de Thor frente a los gigantes, otras se ha perdido y debemos recuperarlas, solo necesitamos indagar en nosotros mismos, pues en nuestro genoma los Dioses han grabado todo lo que necesitamos para estar con ellos en los múltiples Ragnaröks que se acercan.


Veit ek, Óðinn,                  
hvar þú auga falt,        
í inum mæra
Mímisbrunni -; 
Drekkr mjöð Mímir
morgun hverjan
af veði Valföðrs.
Vituð ér enn eða hvat?  

Sé dónde, Odín,
ocultó su ojo,
profundo en la famosa
fuente de Mímir -;
Mímir bebe hidromiel
cada mañana
de la prenda pagada por Valföðr (Odín).
¿Podrías saber más?

Edda Poética, Völuspá

138 Sé que colgué
en un árbol mecido por el viento
nueve largas noches
herido con una lanza
y dedicado a Odín,
yo ofrecido a mí mismo,
en aquel árbol del cual nadie
conoce el origen de sus raíces.

No me dieron pan,
ni de beber de un cuerno,
miré hacia lo hondo,
tomé las runas
las tomé entre gritos,
luego me desplomé a la tierra .

Veit ek, at ek hekk
vindga meiði á
nætr allar níu,
geiri undaðr
ok gefinn Óðni,
sjalfr sjalfum mér,
á þeim meiði,
er manngi veit,
hvers af rótum renn.
Við hleifi mik sældu
né við hornigi,
nýsta ek niðr,
nam ek upp rúnar,
æpandi nam,
fell ek aftr þaðan.
Edda poética – Havamal

  • Nuestros ancestros iniciaron su periplo en las estepas de Rusia, a los pies del Caúcaso. Wotan los guió como su rey, con Él estaba el resto de los Dioses. El éxito fue inesperado, las tribus crecieron y dieron lugar a cientos de pueblos que conquistaron Euroasia. En Mongolia aun se conserva el estilo de vida nómada. Es digno de ver sus vidas austeras, solos ante las nieves invernales y los desiertos estivales, todo cuando tienen lo transportan a lomos de sus caballerías. La palabra dada es ley, la hospitalidad una fiesta, la familia el bien más preciado, los antepasados son sagrados, el honor la razón de vivir… Aunque no sean indoeuropeos, Odín brilla en sus vidas. Sin duda tuvo que haber una conexión cultural, pues las habilidades chamánicas de los mongoles tuvieron que aprenderlas de alguien. ¿Quién sabe si Odín en unos de sus viajes enseñó el chamanismo a los mongoles?

Después de 1500 años de represión cristiana, los politeístas españoles podemos expresarnos en la sociedad sin ser quemados en las hogueras. Tenemos la oportunidad recuperar el tiempo perdido, de profundizar nuestra fe, de reencontrarnos con una espiritualidad personal, pues cada politeísta vive la relación con los Dioses según su Ser esencial.

La tolerancia, la sinceridad, el amor a los Dioses y las nobles virtudes deben inspirarnos en nuestra relación con el prójimo. No deseamos salvar a nadie, no estamos en posesión de la verdad, simplemente estamos felices de vivir en compañía de nuestros Dioses y Diosas. Esta felicidad nos lleva a compartirla con otros politeístas, reunirnos para honrar y festejar a los Dioses.

Por la naturaleza de nuestra religión, no ha lugar a egos, pues nadie es más importante que otro, aquí no hay una carrera hacia el cardenalato, ni se cobran diezmos, ni se recibe un salario del estado por oficiar ceremonias. Lo que hacemos los odinistas al servicio de la fe, es siempre gratuito, sin que haya dinero por medio. Si comercializamos nuestra religión, si buscamos dar cursos de runas, de mitología o de rituales por unos míseros euros, habremos perdido parte de la grandeza de una fe que todo lo basa en sinceridad de la comunicación con los Dioses. ¿Qué valor pueden tener unas runas interpretadas por unos euros? En las Universidades se enseñan las ciencias profanas, por dinero; todos los que hemos obtenido un título después de muchos sacrificios, sabemos que esos profesores no nos enseñaron nada, pues no fueron verdaderos maestro. La verdadera sabiduría se transmite por amor y no por dinero. La sabiduría transforma al hombre, lo hace mejor. No comercialicemos los regalos que los Dioses nos dan, si recibes un don de los Dioses compártelo, no es tuyo, es de los Dioses. Ya has sido premiado con el mayor tesoro que se puede recibir, la amistad de los Dioses.

El odinista no tiene que esconderse de los Dioses y las Diosas, ellos comprenden mejor que nadie lo difícil que es la vida de un ser humano. Vivamos con honor, con coraje y sin miedo al resultado de nuestra contienda, pues los grandes héroes nunca pensaron en triunfar, sino en hacer grandes gestas.


[1] José Orlandis Rovira, Historia del Reino Visigodo español, Rialp Ediciones, 2013, Barcelona. Páginas 232 a 235

[2] “Es imposible, por lo tanto, hacer ni siquiera un esquema mínimo de los dioses que pervivieron todavía un tiempo en las provincias, aunque sin duda se encontraban contemplados por los obispos en las referencias que hicieron los concilios a la adoración de ídolos, a los rituales religiosos paganos, a las prácticas de adivinación y sobre todo de númenes protectores que producían truenos, relámpagos y sequías (I Concilio de Braga, canon IX; canon 72 del II Concilio de Braga). Rosa Sanz, Historia de los  Godos, Esfera de los Libros, 2009, página 575.

[3] José Orlandis, página 233.

[4] Rosa Sanz, Historia de los  Godos, Esfera de los Libros, 2009,  páginas 575 y 576.

[5] Rubén Montalban, página 227.

[6] Idem, página 228

[7]https://es.wikipedia.org/wiki/Casos_de_abuso_sexual_infantil_cometidos_por_miembros_de_la_Iglesia_cat%C3%B3lica

[8] Véase resultados Igenea: https://www.igenea.com/es/home

[9] Véase, resulados: https://www.familytreedna.com/

Fernándo López de Prado

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