España es un país peculiar, a todos los niveles. Lo que aquí es novedad, en otro países hace 20 ó 30 años que suele ser rutina y nuestra confesión religiosa no es una excepción.
En los últimos años ha habido una serie de desencuentros y pruebas personales, que quiero interpretar como una voluntad de nuestro panteón, que ha servido y sirve para un propósito que no es ni más ni menos que fortalecernos en la fe que profesamos.
COE-Ásatrú pretende ser la casa grande de todos los ásatrúares que libremente deseen compartir un techo común. No somos indiferentes a las distintas tendencias que existen en paganismo nórdico/germánico: folkish, teodistas, wotanistas o universalistas y aunque no pretendemos fiscalizar ninguna de ellas, si tenemos muy claro que las nueve nobles virtudes y nuestro panteón son los cimientos de nuestra existencia en común.
COE-Ásatrú debe ser PLURAL, ente confesional abierto a cualquier tendencia. Un paraguas que arrope a sus kindreds, sea del color que sea.
COE-Ásatrú debe ser APARTIDISTA, porque como confesión religiosa ya es un ente politico en nuestro entorno social. A título individual, cada cual que actúe en conciencia, pero nunca puede ni debe representar a su confesión si participa en actividades ajenas a Ásatrú.
COE-Ásatrú debe ser TOLERANTE, lo que no quiere decir que sea permisivo con todo lo que se dice, se hace y se exprese en nuestros foros de opinión, kindreds y órganos ejecutivos y sacerdotales. Actuamos en consenso, con una sola voz, como un solo cuerpo. Y por supuesto, somos NO TOLERANTES con los intolerantes y dispuestos a cortar de raiz cualquier atisbo de actitudes que perjudiquen nuestra rutina como confesión.
Y por último COE-Ásatrú NO ES UNA DEMOCRACIA, es una confesión religiosa legítima con su propia estructura y órganos de gestión y decisión. No hay que confundir una asociación civil, sujeta a la ley de asociaciones, con una confesión religiosa. Aquí no existe el 50+1, se trabaja y se toman decisiones por consenso y tenemos un godi y una seidkona que son las cabezas visibles de COE. Si nuestro godi o seidkona requiere prescindir de alguno de nosotros, de nuestras responsabilidades, nos retiramos por obediencia y respeto una vez el Althing falle al respecto, no nos deben nada y no debemos nada ni tenemos por qué recurrir a terceras partes para perpetuarnos, ni falta que nos hace.
Ahí radica el poder de COE-Ásatrú. La religión y la democracia están, por su origen y contenido, estrechamente ligadas, pero no implica que deba existir una simbiosis vinculante.
Gilwellian
Totalmente de acuerdo. Y en el proximo Althing, marcar una serie de pautas de comportamiento correcto para que no se altere el frith (buen orden, paz y armonia) de los miembros del grupo. Que todos sean de buena voluntad, responsables, leales y con voluntad de siempre ayudar a todos los hermanos/as de la Comunidad. Si queremos ser un ejemplo para otras confesiones, tenemos que asumir esa responsabilidad, y actuar en consecuencia. También al godi y a la seidhkona, hay que añadir a la gydhia. Las 9 nobles virtudes hay que respetarlas al pie de la letra, y que la camaradería limpia hay que promoverla, sin partidismos ni agendas ocultas. Tenemos que dar ejemplos siendo fieles sanos, inteligentes, tolerantes, bien educados y tratar a todos los hermanos, simpatizantes, incluso a los que no nos respetan bien. Eso es dar ejemplo de que valemos tanto como los demás. Y desde luego, siempre consultar opiniones, y que las autoridades las tengan en cuenta, pero que dicten normas consecuentes: no para contentar a todos, cosa imposible, sino para que dentro del orden, se respete a todos, y que todos se sientan a gusto dentro de la norma.
Y en cuanto a partidos políticos y la política en general, estoy totalmente de acuerdo contigo en que siempre hay que separar religión de política y partidos. Nunca es sano ni inteligente mezclar ambas cosas.
Gilwellian, tienes razón!
Wassail!
Mary Carmen (Vor-Thora)