LA SERPIENTE EN LA MITOLOGÍA GERMÁNICA

1.Introducción

La serpiente ha jugado un papel importante en las creencias de diversos pueblos. Debido a la forma de su cuerpo, a sus movimientos, a su veneno, la serpiente es uno de los animales que más miedo infunde al hombre. Su carácter siniestro y peligroso causa temor. Por salir de agujeros y de la maleza, parece pertenecer al mundo subterráneo. Muchas veces la símbolo de la serpiente, sólo con mirar a su víctima, la hechiza antes de matarla con su veneno, por eso es símbolo de la muerte (cfr. la saga griega de Laocoonte). A causa de su costumbre de exponerse al sol, es comprada con él. Según una concepción del antiguo Egipto, en el reino de los muertos viven demonios en forma de serpientes que vomitan fuego o están armados con un cuchillo; pero, como ojo del dios solar Ra, la serpiente rechaza todo mal y se convierte en emblema en la frente de los reyes. Por su capacidad de regeneración, parece emparentada con la luna y remite a la inmortalidad. La serpiente de Esculapio enroscada con bastón es todavía hoy un signo de la profesión médica. Su naturaleza enigmática y ambivalente hace que se la considere como un demonio y causa de muerte, pero por otra es poseedora de poderes benéficos e incluso divinos. Por eso, no es de extrañar que en algunas religiones las serpientes sean a la vez maldecidas y adoradas. Así en la Biblia puede ser símbolo de vida (Num 21,6-8) y de muerte (Gen 3).

Nuestro estudio intentará presentar y analizar la figura de la figura de la serpiente, así como su simbolismo en los textos bíblicos y en la mitología germánica. Me llamó la atención que en las dos culturas la serpiente estuviera de alguna manera relacionada al árbol de la vida, aunque aquí nos limitaremos, por cuestión de espacio, a la serpiente. Para ello presentaré en primer un sumario de los diversos significados de la serpiente que ofrece la mitología comparada, para pasar posteriormente a analizar más específicamente el mundo bíblico y el mundo germánico. Concluiremos con una reflexión sobre los datos obtenidos.

  1. La serpiente como símbolo religioso[1] 

En religiones comparadas, el termino “serpiente” hace referencia a un número de criaturas, reales o imaginarias, que poseen características físicas de las serpientes. En esta categoría se incluyen diversos tipos de ofidios: además de las serpientes (culebras), designa a bestias tales como serpientes marinas (normalmente enormes monstruos marinos), dragones[2] (reptiles con forma de serpiente y con cuatro patas o dragones alados con dos patas, en inglés denominados wywern), basiliscos e hidras (serpientes con multitud de cabeza). Aunque cada tradición religiosa percibió los símbolos de la serpiente dentro de su propia visión del mundo, se pueden señalar algunos rasgos comunes.

2.1 La serpiente y los orígenes del mundo

En la mitología de muchos pueblos, las serpientes están relacionadas con el origen del mundo y con la creación. La creación del universo surgiendo de una lucha titánica de deidades, monstruos, o de ambos, es un motivo bastante recurrente. En el Antiguo Testamento (AT) frecuentemente encontramos el tema de la batalla divina contra el monstuo del caos con forma de dragón o serpiente que vive en el agua. Es con la victoria sobre Rahab que se secan las aguas (Is 51, 9-10). En otros culturas, las serpientes ayudan o son las creadores del mundo. Son símbolo de la creación y del caos.

A su vez son representantes de los poderes cósmicos. En términos cósmicos, el universo siempre está amenazado de recaer en el caos. El cosmos ordenado incluye a serpientes como figuras centrales en la concepción del mundo creado. Frecuentemente es la serpiente la que mantiene unido al universo, la que rodea a todo el universo, como un cinto atado mordiendo la cola en su boca (cfr. Midgardsormr). Manteniendo unido el universo de esta forma, cualquier movimiento de la serpiente causará terremotos. Por eso, la serpiente es tanto protección contra el caos como un peligro potencial. Esta representación simboliza los límites del mundo creado y la noción de eternidad. El hecho de que la serpiente rodee la tierra indica claramente que es enorme y poderosa, algo así como una serpiente marina cósmica. No es muy distinta de ltn de los mitos ugaríticos o del Leviatán del AT.

En mitología es frecuente la noción de un arból cósmico que forma el centro del universo creado. Éste está concebido para alcanzar los cielos desde el mundo subterráneo, formado un  pilar natural en el cual existen todos los niveles del cosmos. Bien en sus raíces o al rededor de su tronco hay normalmente una serpiente, la cual aparece enfrentada al águila situada en las ramas superiores. El mito de Etana, la historia de Gilgamesh y el árbol Huluppu reflejan estas ideas. La serpiente puede estar custodiando o destruyendo el árbol. El águila y la serpiente son símbolo de la enemistad perpetua, lo que parece ser un tópico que refleja las batallas eternas entre el bien y el mal, o entre el orden y el caos.

La serpiente no sólo está asociada a la tierra y al agua, sino también a los cielos. Puede representar la luz[3], el arco iris. Tiene un significado lunar, y del mismo que la luna crece y mengua, así también la serpiente es símbolo de muerte y resurrección.

2.2 Las serpientes y los espíritus de los antepasados

La serpiente contendría el alma del primer antepasado de la familia, como símbolo del genius loci o deidades tutelares del lugar. Las almas de los jefes y taumaturgos se transforman en serpientes después de la muerte y continúan viviendo, cuidando las casas de sus descendientes y ortogando salud y prosperidad. Serpientes y dragones son custodios de propiedades, tesoros y riquezas (cfr. el dragón Fáfnir que custodiaba el tesoro de los Nibelungos). Según algunas concepciones, el alma podría abandonar el cuerpo en forma de serpiente, no sólo después de la muerte sino incluso en sueños.

2.3 La serpiente como símbolo de sabiduria y de poder

Las serpientes conocen todos los misterios. Si una persona come su carne (o el coazón de un dragón, como hizo el héroe germano Siegfrido) le son reveladas muchas cosas; en particular puede entender el lenguaje de los animales, o recibir el don de profecía a través de oráculos. Estos ofidios son el símbolo de la inteligencia y astucia (Mt 10, 16: “Sed sabios como serpientes”); han sido presentadas como ejemplo de asucia, malicia, engaño y seducción. Todos esas características se han usado para configurar la serpiente que aparece en el Edén. Finalmente, aparecen como objetos normales de los presagios contra la enfermedad y como símbolos de poder y soberanidad en China y Egipto.

2.4 La serpiente y la muerte

Las serpientes aparecen de distintas formas relacionadas con la muerte, como su causante (veneno) o transmisora. Juegan un papel importante en concepciones religiosas sobre los orígenes del pecado, por ejemplo en la caída de Adán y Eva. La serpiente representa a las fuerzas malignas portadoras de la muerte. En la cristiandad se asocia frecuentemente con el pecado, con el príncipe de las tinieblas y el infierno.

2.5 Signo de vida e inmortalidad

La función más ambigua de la serpiente es aquella en la que viene presentada como asesina o curandera. Las serpientes muerden a la gente y causan la muerte, pero su veneno también puede ser usado para salvar vidas. Transforman la muerte en vida por el poder de una planta que sólo ellas conocen (cfr. los cultos de Asclepios y Glycon). Los “caduceos”[4] se han convertido en el símbolo de la medicina en la tradición europea. La historia de las serpientes venenosas enviadas para matar y la imagen de la serpiente usada para curar en Num 21, 8-9 puede reflejar este aspecto ambivalente de la serpiente. En asociada con el fruto de la vida, con la fertilidad y el agua de vida. Tiene una ambivalencia sexual, la cual se traduce en un simbolismo por el hecho de que es la vez matriz y falo.

Por la ambivalencia con la que se las consideró, pueden ser asociadas con los demonios y con los dioses (Is 6, 2). En algunas culturas, como portadoras de salvación y dadores de vida, llegaron a ser animales divinos como occució entre los lombardos, los lituanos y entre la secta gnóstica de los ofitas, quienes adoraban la cabeza de Dios en forma de una serpiente.

  1. La serpiente en el mundo germánico

El problema para conocer el tema de lo sagrado entre los germanos y escadinavos son las fuentes a partir de la cuales debemos trabajar. Tenemos poca información sobre los germanos, y los documentos no pertenecen, salvo excepciones, a los propios germanos, sino a épocas más recientes, esto es, a partir de la cristianización. Estos textos fueron redactados, con raísimas excepciones, por autores cristianos al menos dos siglos después de la conversión de aquellos países al cristianismo. Cristianizadas o no, estas fuentes muestran una mentalidad que, como sabemos, no evolucionó sino muy lentamente, especialmente en los planos ético y religioso[34]. Por lo que se refiere a nuestro tema, las fuentes[35] no aportan tantos datos como formarse und idea precisa y concreta del simbolismo de la serpiente. Los datos son aislados y a veces inconexos. Lo que sí podemos afirmar es que la figura de este ofidio está íntimamente unida a la cosmología, de la misma forma que lo estaba en el mundo bíblico, y a la demonolgía.

Un pensamiento preside toda la cosmogonía y teogonía germánica: el orden es el valor absoluto; el caos, el único mal inexpiable, y las potencias del destino, que se supone dispensan uno y otro, puesto que están ambos en la naturaleza de las cosas, han velado por mantener el equilibrio. Dichas potencias son responsable de este equilibrio del que los diosos son garantes y del que los hombres deben ser ejecutores. Y será en ese contexto donde busquemos el significado y la importancia de la serpiente.

Este ofidio debió poseer un valor simbólico muy elevado en la vida reilgiosa de los germanos, sobre todo en la edad de bronce. Entre los estudiosos se discute si fue objeto de culto. J. de Vries[36] afirma que existen ciertos indicios de culto de las serpientes entre los germanos. Las representaciones de serpientes en la edad de bronce sobre piedras y en los cuchillos cúlticos deben ser considerados como símbolos se un culto de la fertilidad. Es significativa la estrecha relación entre la serpiente y el caballo, la cual se muestra en las imágenes donde el cuerpo de la serpiente, enroscada en sí misma, termina con una cabaza de caballo. Según este autor, tampoco faltan testimonios en tiempos históricos para el culto de las serpientes. La descripción de la vida de S. Barbatus menciona que los longobardos habían adorado bestiae simulacro, quae vulgo vipera nominatur. Así mismo, J. de Vries se apoya para afirmar el culto de la serpiente en textos de Tácito, quien nos habla en su Germania c. 7, que los germanos cogían imágenes de los bosques y las portaban a la batalla. Y en su Historia IV 22, nos concreta que tomaban imágenes de animales salvajes. Estos pasajes los relaciona J. de Vries con las representaciones de la columna de Trajano, donde un germano llevaba una imagen de una serpiente para lucha, como si fueran estandartes de los ejércitos. De estos indicios concluye la adoración de la serpiente. Las características de este culto, sin embargo, permanecen para nosotros desconocidas. Por el contrario, Simek[37] cree que no se puede deducir de esos datos su culto, sino simplemente que eran estimadas por su valor simbólico.

4.1 La función demoniaca de la serpiente

Del mismo modo que los dioses podían tomar formas de animales, así también los demonios aparecen frecuentemente con rasgos de animales. El hombre ha representado el espantoso poder de lo numinoso en la caricatura de un animal. Las fábulas de animales medievales y los bestiarios muestran claramente como reconoció el hombre en las distintas formas de los animales las virtudes y especialmente los vicios de los hombres. En la mitología germana hay muchos demonios pertenecientes a las creencias populares. A veces poseen una función pedagógica con rasgos muy fantasiosos, a los cuales se refieren las sagas.

Remitiéndonos a las fuentes que presentan a demonios en forma de animales, destaca en primer lugar el lobo, quien es temido como ser demoniaco y símbolo de lo salvaje. Intimamente relacionado con este animal está la serpiente, pues se nos dice, como veremos, que son hermanos y el lugar donde habita es claramente demoniaco. La terminología para designar a este ofidio y su presentación son variadas. Snorri en su poética skaldica nos indica que hay tantas serpientes en Hvergelmir que no hay lengua que las pueda contar, y algo parecido menciona el Discurso de Grimnir[38]. Los nombres de la serpiente son estos: dragón, Fáfnir, Jormundgandr (Midgardsormr), Natter, Nidhöggr, Lindwurm, Otr, Goin, Moin, Grafwitnir, Grabak, Ofnir, Swafnir, Grim. Veamos algunas de las características que les atribuyen.

Nodhöggr (dragón envidioso), es el dragón que también viene presentado como una serpiente enorme, y en la mitología germánica mira a los pies del fresno Yggdrasil. Daña es árbol, pues mordisquea sus raíces[39]. Es un monstruo que habita en el Hel. Ratatöskr (diente raedor) es una ardilla[40], que sube y baja corriendo por el fresno y lleva habladurías y chismes entre el águila, la cual se sienta sobre las ramas del fresno y es muy sabia, y Nidhöggr. La figura de la ardilla es alegoría y simbolismo de las continuas y nuevas discordias en el mundo. Otr. Otter,un hijo de Hreidmar, hermano Fafnir y Regin. Al él se refiere un kenningar que se refiere a la penitencia de Otter: El dios Loki, a quien mató, cuando él, an la figura de una víbora o nutria pescadora, estaba comiendo un salmón, debe recoger tanta cantidad de oro para preparar el daño cometido como entre en Otterbalg. Él recogió el oro de Andwari y consiguió con ello una maldición que destruyó la familia de Hreidmar[41]. Swafanir es un sobrenombre de Odin como serpiente[42]. Lindwurm es otra denominación para el dragón que significa gusano radiante. El resto de las serpientes roen las raíces del Yggdrasil: “Más serpientes hay, bajo el fresno Yggdrasil que imaginen los tontos simios; Góin y Móin – son hijos de Grafvitnir – Grábak [lomo gris] y Grafvöllud [que escarba en el lomo]; Ofnir y Sváfnir [que dormita] creo que siempre raerán las ramas del árbol”[43].

De todas las mencionadas, la que más nos importa aquí es la Serpiente del Mundo o de Midgard, denominada en los textos Midgardsormr (altnord.) o Jörmungandr (“varita mágica gigante”). El nombre de Serpiente de Midgard no aparece ni en las Edda ni en los Skalden. Solamente Jormundgandr, Ormr, Nadr (serpiente, dragón) aparecen en las Edda. Será Snorri (Gylf 33, 46, 47, 50, 52) quien sistematice las indicaciones anteriormente dispersas.

Conocemos la genealogía y familia de Midgardsormr. Loki procrea de una manera muy heterosexual con la gigante Angrboda a sus tres hijos montruosos, Hel, la diosa de los infiernos, Midgardsormr, el “Leviatán” nórdico, y el perro (o lobo) Fenrir (o Garmr), que son sus propias hipóstasis[44]. Esto no lo inventó Snorri, sino que también es mencionado en Thórsdrápa 1 de Eilíf (siglo X) y en el Cantar de Hymir (Hym 22 y 23). La presentación de Loki como padre del monstruo es, sin lugar a duda, antigua.

4.2 La serpiente en la cosmogonía

Los germanos han concebido una de las más bellas fabulaciones o formulaciones de este tema natural. Se trata del fresno (o quizá del tejo) Yggdrasill. Nacido de la tierra, alimentado por el agua, tiende hacia el sol. Mantiene el mundo en su lugar, justifica su orden, tronco erecto, salido de la roca, con las raíces sumergidas en la blanca agua arcillosa, primitiva y fecunda, disparando su flecha hacia la cima del mundo. En la Germania continetal se llama Irminsul (columna de Irmin, una palabra que no deja evocar el elemento jörmun – de Jörmungard, otro nombre de la serpiente de Midgard, responsable también de la disposición y mantenimiento del estado del universo). El Árbol es la fuente de la vida, es el guardián o depositarion de todo el saber, pues la memoria del mundo se halla en su base en la persona de Mimir. Preside todos los destinos, los de los vivos y el del universo, puesto que las Nornas velan en su base, cerca de la fuente de Urdr.

“Existen soprendentes similtudes entre Yggdrasill que sostiene el mundo y la gran serpiente de Midgard que lo mantiene en su lugar en los pliegues de su cuerpo. El día en que Midgardsormr se desenrosque (cuando Yggdrasill se desplome), el mundo perecerá. Ahora bien, Midgardsormr es llamada también Jörmungandr: literalmente “gigantesca varilla mágica”[45].

Midgardsormr se llama un monstruo de la mitología nórdica, que vive en el océano primitivo que rodea el mundo, abraza la tierra y se mantiene unida al circulo de la tierra. Así la describen los Skalden. Ulfr Uggason la denomina como “ fuerte cuerda, cinta de la tierra” (Skj I, 129 Str. 5) y el poeta del Cantar de Hymir: “el cinto de todas las tierras”[46]. Por esto se llama Midgardsormr (la serpiente del mundo humano) o Jörmungandr (el violento ser mágico). Midgardsormr es un ser demoniaco de gran tamaño. Se encuentra, mordiéndose la cola rodeando a Midgard, la tierra habitada, en el mar del mundo[47]. Es el monstruo que mantiene unida la tierra y evita su disgregación. Cuando bebe la gran serpiente, entonces tenemos la marea baja. Por el contrario, cuando expulsa el agua, sube la marea. Esta serpiente doblada en círculo completo y que tiene en la boca la punta de la cola de denomina en lenguaje técnico el “uroboros”, palabra griega que significa que “devora la cola”.

El concepto de una serpiente que rodea la tierra era también conocido fuera de los pueblos escandinavos como muestran citas del siglo XI (De mundi constitutione I, 52ss) y del XIV (Konrad von Megenberg, Libro de la naturaleza II, 32), en los que se atribuyen los terremotos al movimiento de una de tales serpientes. Es más, parece ser que los antiguos griegos tomaron este emblema de los egipcios, quienes lo habían relacionado con manifestaciones siderales y le habían dado significados metafísicos. Posteriormente lo usaron los romanos y alguna secta gnóstica, como los ofitas. En la Edad Media fue utilizado frecuentemente por los alquimistas, los hermetistas y los heraldistas religiosos y nobiliarios. En la Edad Media cristiana se asoció Midgardsormr con Leviatán del AT.

El sentido más conocido del uroboros[48] es el que lo relaciona con el tiempo, que es la única cosa, junto con Dios, que no tuvo principio ni tendrá fin, puesto que es el hilo de que está tejida la eternidad. También el uroboros, doblado en círculo, uniendo por la presión de sus mandíbulas los dos extremos de su cuerpo, forma un todo único sin solución de continuidad. Une el principio y el fin, por lo que representa las cosas eternas. Es la inevitable y regular renovación de los ciclos cuya ininterrumpida sucesión forma la eternidad[49]. Otro significado que poseía el uroboro era el movimiento y la perpetuidad de la fuerza que lo acciona, porque al estar curvado en círculo puede rodar como una rueda, y así mismo la  serpiente , privada de los órganos locomotores, se mueve como el resto de los animales y con verdadera rapidez, sólo con el movimiento interior de sus costillas y de sus placas ventrales. Esa fuerza interior hizo que se convirtiera en imagen del movimiento cósmico. Del mismo modo, es símbolo de la renovación de la vida, pues se reconstituya a partir de su propia sustancia, devorando su propia cola. Rejuvenece al envejecer y renace en sí misma. Finalmente, los antiguos mitos del mundo hacían de la serpiente, como del dragón, el custodio nato de todos los tesoros y se transpuso la idea de infinito del interior del círculo al de la serpiente circular, situando así todas las cosas en él y bajo su custodia.

Dado que el antiguo concepto mitológico del ser cósmico que rodea el mundo, ya a principios del tiempo literario había sido humanizado en una serpiente marina mítica, en la mitología germánica aparecerá también esta enorme serpiente marina, la cual será enemiga de Thor. Los mitos en los que se narra cómo Thor llegó a enfrentarse violentamente con los gigantes, están narrados en un estilo de cuento-novela. Como enemigo de Thor encontramos mencionado en diversos mitos la serpiente del mundo. En distintas historias de los Skaldos[50] se ralata que Thor había pescado en su anzuelo a la serpiente del mundo en mar abierto. La misma escena será tratada literariamente por Snorri (Gylf. 46, 47) y en el Cantar de Hymir[51].

Analicemos brevemente este Cantar. El poema trata de la adquisición del caldero en el que se preparará la cerveza para festín de los dioses. En relato aparecen una serie de mitos que conocemos por otras fuentes, los cuales han sido ampliados con muchos elementos fabulosos añadidos. Según U. Diederichs[52], tenemos aquí dos antiguas fábulas , la adquisición del caldero y la pesca de la serpiente de Midgard, la cual se ha insertado en la primera. Se nos cuenta que Thor y Hymir estaban remando juntos en alta mar, pero que Hymir no quería ir más allá, pues era donde se encontraba la serpiente del Midgard.

Snorri[53] narra los hechos de la forma siguiente: Van a pescar Hymir y Thor, quien lleva como cebo una cabeza de buey. Llegan al banco de peces, pero Thor quiere remar mucho más, y siguieron avanzando. Dijo Hymir entonces que habían llegado tan lejos que era peligroso quedarse tan mar adentro, por la serpiente del Midgard. Pero continuó. Thor preparó el sedal y el anzuelo con la cabeza de buey. La serpiente del Midgard mordió la cabeza del buey, y el anzuelo se clavó en el paladar de la serpiente. Y cuando se dio cuenta tiró tan fuerte que los dos puños de Thor salían por la borda. Entonces Thor se irritó y se acreció su fuerza divina, empujó con el pie tan fuerte que atravesó el barco con los dos pies, y apretó contra el fondo; entonces subió la serpiente a bordo. Y puede decirse que nadie ha visto tan horrenda visión como la de Thor mirando fijamente a la serpiente y la serpiente mirándole a su vez, escupiendo veneno. Hymir se asustó al ver a la serpiente. Cuando Thor cogió el martillo y lo blandió en el aire, el gigante cogió un cuchillo para cortar el cebo y cortó la carnada de Thor echándola por la borda. Y Thor lanzó el martillo tras ella y dicen que le acertó en la cabeza, cuando ya estaba en el fondo, pero yo creo que es cierto lo que te digo, que la serpiente del Midgard aún vive y yace en el mar, rodeando a las tierras. Thor cerró los puños y golpeó a Hymir en los oídos.

Este mito fue también un motivo muy apreciado para representaciones iconográficas, tal y como lo ha mostrado J. de Vries[54], dado que se encuentra también representada en tres imágenes sobre piedra del tiempo de los vikingos. Tanto en los “Gosforthkreuz” ingleses como en las piedras “Altuna” escandinavas (suecas) encontramos representadas estas escenas (cfr. lamina XVII). Podría extrañar que Jörmungandr puede ser pescado aquí como un monstruo marino, dado que se creía que circundaba el mundo en un círculo cerrado y que sólo en el Ragnarök se movía libremente en el mar. Es muy probable que aquí se hayan mezclado narraciones de serpientes marinas gigantescas, las cuales también aparecen todavía en las sagas de pueblos modernos.

Referente al fin del mundo (Ragnarök), hay distintas representaciones. Nos interesa aquí la que expone el Voluspa, poema que describe el principio y el fin del mundo de forma apocalíptica puesto en boca de una vidente. La vidente nos relata cómo los demonio moran en todas partes fuera de Midgard y se preparan para la próxima batalla. En la naturaleza aparecen las señales que anteceden a los mensajeros del Ragnarök: eclipses solares y una climatología muy adversa. Los gallos comienzan a chillar, el lobo a aullar. Aparecen actos morales indignos: los hermanos luchan entre ellos y cometen incesto. Ya no hay más moderación ni consideración. El Árbol cósmico tiembla y se resquebraja. De todas las direcciones acuden las fuerzas demoníacas: por el mar cósmico se acerca la serpiente cósmica golpeando las olas, se da prisa en la destrucción del mundo hacia el lugar donde viven los dioses[55]. Loki con los hijos de Muspell llegan en el barco Naglfar. Finalmente llega Surtr. Los montes y rocas se desploman y los hombres mueren. Voluspa 66, continúa diciendo:

“Llegará volando el oscuro dragón

la serpiente brillante, desde Nídafjöll

llevará en sus plumas los muertos a Nidhögg.

Allí se hundirá”[56].

  1. de Vries[57] nos ofrece la siguiente interpretación. Hablando del poder y de las fuerzas mágicas, algunas enfermedades se consideran causadas por astillas o flechas lanzadas por seres malignos. También se usa para animales mágicos o encantados. La palabra gandreid se menciona frecuentemente en escandinavo, pero con ello no se indica un “bastón para cabalgar” como después las brujas frecuentemente usaban, sino el viaje sobre un animal encantado. También el nombre Jörmungandr para la serpiente del mundo parece que tiene este significado. Es posible que aquí tengamos relaciones de distintas culturas según las cuales los chamanes llegaban a los infiernos sobre algunos animales concretos para recuperar las almas de los enfermos.

Aquí tenemos que pensar en la representación de una peligrosa serpiente gigante que habitaba en los mares y que aparecía de vez cuando, como todavía hoy en algunos lagos escoceses se muestran y ésta, como es natural, se muestra enemiga de los dioses en el Ragnarök[58].

En ese momento, los dioses libran su último combate a los monstruos que representan las fuerzas del caos. Odin tiene como enemigo al lobo, quien le da muerte. Surtr mata a Freyr. La muerte de los dioses significa el final. Fenrir engulle la luna y el sol. El sol se vuelve negro y la tierra vuelve a hundirse en el mar, las estrellas desaparecen y una llama caliente llamea hacia el cielo. En el Ragnarök, la serpiente del Midgard surge del mar y provoca una inundación general. El gigante Surtr avanza a la cabeza de sus tropas y ataca Asgard, la morada de los dioses. La serpiente del mundo lucha con Thor. Se matan uno a otro. Thor muere como consecuencia del veneno de la serpiente, pero es sin embargo es vencedor, pues consigue das nueve pasos antes de morir. Esta escena pertenece a la representación posterior del fin del mundo.

El Ragnarök no es un fin definitivo. Será seguido de una regeneración universal en la que únicamente los dioses “buenos”, los dioses justos, revivirán, mientras que, entre los humanos, una pareja milagrosamente salvada al pie del árbol Yggdrasil asumirá la perpetuación de la especie humana. Los miembros de esa pareja se llamarán Lif (vida) y Lifþrasir (apasionada por viva). ¿Y qué harán los dioses? Jugar a las “tablas, un juego de azar. Por eso la muerte no es un esperpento ni una atrocidad, sino un consentimiento, puesto que significa el retorno a lo sagrado, la reconciliación completa con un destino de que se habrán conocido las bendiciones, pero también los contratiempos. No se encuentra jamás la menor lamentación ante la muerte, salvo en los textos que, de manera visible, llevan una impronta cristiana[59].

Se nos menciona que en el nuevo mundo habrá muchos lugares buenos y muchos malos. Entre los malos viene descrito un palacio grande y horrible “cuya puerta mira al norte y que está hecho con los esqueletos de las serpientes, como una casa de mimbre, y las cabezas de las serpientes miran hacia dentro de la casa y escupen veneno, de forma que por las salas corren ríos de veneno. Esos ríos han de vadearlos los que rompieron juramentos y los asesinos”[60].

4.3 La metamorfosis de la serpiente

Encontramos algún texto donde la gran serpiente de Midgard es capaz de transformarse en un gato mágico para ridiculizar al dios Þórr en persona, lo cual aparece también de las sagas legendarias[61]. Se nos narra en la estancia de >Thor en Utgarda: “No creo que fuera menos meritorio levantar al gato. Y a decir verdad, todos los que vieron cómo le levantaste una pata del suelo se asustaron, pues ese gato no era lo que parecía, sino la serpiente del Midgard, que yace en torno a todas las tierras, y apenas le basto con toda su longitud para seguir tocando la tierra con la cola y la cabeza, tanto la alzaste que llegó cerca del cielo”[62].

Pero no sólo es ella capaz de transformarse en otro animal, sino que incluso Odin se convierte en serpiente[63] en la narración del mito de la obtención del hidromiel, que nos transmiten dos fuentes[64]. Odin roba a un gigante, Suttungr, el hidromiel gracias a que la hija de éste, Gunnlod, se había enamorado locamente de Odin, ésta la permite beber de la cuba donde estaba la bebida. Este robo recibió en la Snorra Edda una larga prehistoria, en la que probablemente confluyan diversos mitos. En un concordato de paz, los ases y los vanes habían escupido en una cuba y de la saliva habían hecho un hombre, Kvasir. Dos enanos mataron a este hombre en secreto y mezclaron su sangre con miel. El líquido se llama desde entonces hidromiel, y todo el que bebe de él se convierte en poeta o en sabio. Los enanos (llamados Fjalarr y Galarr) mataron a un gigante Gillingr arrojándolo desde un barco al mar. Suttungr recibió como reparación por la muerte de su padre Gillingr el hidromiel del poeta, el cual guardó en un monte y lo confió a la custodia de su hija Gunnlod. Odin para llegar a la bebida. El monte será perforado, y Odin se desliza como serpiente por el agujero. Seduce a la joven, roba el hidromiel y huye con la forma de un águila. Suttungr lo persigue, pero encuentra la muerte.

Es sorprendentemente grande el número de sobrenombres de Odin, que lo representan o caracterizan como un animal. Entre las varias denominaciones tenemos las palabras Ófnir y Sváfnir, que significan tanto serpiente de Odin.

Es por esto por lo que el dragón-serpiente juega un papel importante en los cuentos populares y en las sagas legendarias. Asume ciertos valores de transmutación de la temporalidad y de la localización. Preside, como por natura, una forma de diversión las fronteras naturales o la transgresión de reinos. Como los héroes, traspasan el umbral entre el mundo de los hombres y el universo de los dioses.

Los verdaderos y característicos monstruos mitológicos del norte escandinavo son los gigantes y los enanos. Estos personajes están ampliamente enraizados en la mitología y están en conflicto con los dioses por sus apetitos sexuales. Que ocupan un puesto importante en la mitología escandinava lo vemos en la batalla escatológica, el Ragnarök, inmortalizada por Richard Wagner bajo el nombre “Crepúsculo de los dioses”. La figura de la serpiente no juega un papel tan importante ni es una característica exclusiva de la mitología germánica, pero la influencia de Midgardsormr se expandió también a los pueblos esclavos[65].

  1. Conclusión

Una vez expuestos y analizados los textos donde aparece la serpiente,. Es hora de sacar algunas conclusiones. Somos conscientes que las fuentes, tanto bíblicas como nórdicas, no transmiten una idea unívoca y clara del simbolismo de la serpiente. Además, las fuentes son fruto de un largo proceso de reelaboración, reflexión y desarrollo, y muchas aspectos proceden de influencias de culturas vecinas, por lo que también ha existido un proceso de sincretismo. Es decir, las fuentes con fruto de una larga evolución donde todavía de pueden encontrar distintos estratos o tradiciones. Especialmente so constata esto en la Biblia, y así viene aceptado por la mayoría de los exégetas bíblicos: la evolución – progreso de las creencias politeístas hacia un monoteísmo omnipotente y creador de la nada, hizo readaptar y jerarquizar mitos primigenios propios o de las culturas circundantes. Esto no lo vemos tan claro en la mitología germánica donde la perspectiva histórica es breve.

Tanto en el mundo bíblico como el germánico aparece la serpiente fundamentalmente en dos ámbitos concretos: la cosmología – cosmogonía y en la demonología. En la representación germánica de la cosmología se supone que ha influido el lugar geográfico. Los habitantes de la costa y de las islas es lógico que narren en forma de fábula la existencia de un mar cósmico que rodea la tierra. Al final del horizonte habría un abismo profundo lleno de agua, donde habitaría la serpiente del mundo que mantenía unida la tierra.

  1. de Vries[66], quien no excluye la posibilidad de ciertos influjos de representaciones orientales en la cultura germánica, no cree que este mito nórdico sea producto de la influencia del cristianismo. Cuando se considera que en otros pueblos indogermánicos la lucha de un Dios con un dragón en un motivo mítico primitivo (Apollo y Python) y también tiene resonancia en costumbres posteriores, así demuestran los numerosos casos donde se describe o representa esa aventura de Thor, pero que no debemos considerar como un mero motivo literario. Es más probable que esta batalla sea una representación germana antigua. No obstante, ve influjos cristianos en la serpiente que se muerde la cola[67].

Creo que no ha habido una cristianización del mito de la serpiente cósmica[68] germánica, pues antes de “cristianizar” a la serpiente, se habría intentado imponer el principio monoteísta del Dios creador personificado. La serpiente desempeña una función secundaria y, en parte, negativa, como aparece también en otras mitologías. Este ofidio, como símbolo de lo demoníaco, parece ser un arquetipo dentro de diversas culturas para explicar el mal inexplicable. Los textos utilizan símiles a base de serpientes o dragones cada vez que se trata de expresar peligrosidad, crueldad astuta o maldad. El dragón-serpiente es un arquetipo, y procede del miedo visceral del hombre hacia lo desconocido.

El movimiento propio de la serpiente es la ondulación, y su posición de reposo consiste en enrollarse sobre sí misma. La serpiente es una espiral viva, un ocho tendido del que han hecho el signo de lo infinito, símbolo de la larga y lenta iniciación, y como el hombre ya no distingue su cabeza de su cola, cree que forma un circulo eterno, el del tiempo inmortal. La serpiente o el dragón son invariablemente presentados como criaturas hostiles, antagonistas típicos. Su aspecto, detalles de su anatomía, los parajes mismo en que viven hacen que el hombre desconfíe de estos animales y les teman.

  1. Bibliografía

[1] Cfr. M. Lurker, “Snakes“ 370-374; L. K. Handy, “Serpent” 1113-1116; A. Gheerbrandt, “Serpiente” 925-938. Otra literatura secundaria a la que no he tenido acceso, aunque es importante, B. Mundkur, The cult of the Serpent. An Interdisciplinary Survey of Its Manifestations and Origins, New York: Albany 1983; M. Lurker, Adler und Schlange. Tiersymbolik im Glauben und Weltbild der Völker, Tübingen 1983.

[2] Para una representación de los diversos tipos de dragones cfr. C. Lecouteux, Montres 211-212

[3] Antiguas tradiciones relacionaban a la serpiente con el rayo que serpentea al fulgurar, véase L. Charbonneau-Lassay, Bestiario 769-770

[4] Véase L. Charbonneau-Lassay, Bestiario 798-802

[5] K. A. Mathews, Genesis 233. La tradición rabínica consideró que la serpiente del Edén era Satán disfrazado, o sea el arcángel Samuel, véase R. Graves – R. Patai, Mitos 74-79.

[6] Cfr. Th. C. Vriezen, Onderzoek naar de Paradijs-voorstelling bij de oude Semietische Volken, Wageningen 1937, 173-180, tomado de C. Westermann, Genesis 323-324

[7] C. Westermann, Genesis 322-327

[8] K. R. Joines, Serpent Symbolism in the Old Testament. A Linguistic, Archaeological and Literary Study, Haddonfield, N. J.: Haddonfield House 1974, es un libro muy citado por todos los estudios al respecto, pero al que no he tenido acceso. El resumern está tomado de E. Van Wolde, “Exegesis” 17.

[9] F. Landy, Paradoxes, 228-245

[10] E. van Wolde, „Exegesis“ 18-20.

[11] El verbo „conocer“ tiene dos significados en hebreo: conocer, en el sentido de discernir, y conocer en el sentido de conocimiento carnal o relación sexual

[12] Cfr. R. W. L. Moberly, “Serpent“ 1-27. Según este autor, el tema tratado sería la retribución inmediata de la desobediencia. El Yahvista presupone que la desobediencia a Dios no conlleva un juicio y castigo inmediato, pero el castigo llegará: “It is often the case that apparently God is wrong and the serpent right, that is that Torah can be disregarded and disobeyed with impunity… [but] such impunity is in fact superficial and illusory” (pg. 18).

[13] K. Jaroš, „Motive“ 204-215. Cfr. K. Holter “The Serpent in Eden as a Symbol of Israel’s Political Enemies. A Yahwistic Criticism of the Solomonic Foreign Policy?”, en: SJOT 4 (1990) 106-112.

[14] Esta interpretación es la que ofrece G. J. Wenham, Genesis 72-73.

[15] Este significado lo encontramos en la épica de Gilgamesh: Este personaje intenta buscar la inmortalidad y Utnapishtim revela el secreto sólo conocido por los dioses y por él mismo: existe una planta en el fondo del mar que puede rejuvencer la vida. Gilgamesh la obtiene, pero le es robado por una serpiente la cual puede cambiar su piel como símbolo de rejuvenecer.

[16] El mismo término hebreo designa en Is 30, 6 una serpiente alada o dragón. De la misma raíz provienen los serafines (Is 6, 2), los cuales son figuras humanas provistas de seis alas, que recuerdan a seres misteriosos que tiran del carro Yahveh en Ez 1. Algún autor ha mencionado que se trataría de serpientes amarillas que podrían volar (cfr. Herodotos II 75, III 109).

[17] Sobre la influencia de esta imagen en el cristianismo, véase la Serpiente-Cristo en los báculos pontificales en L. Charbonneau-Lassay, Bestiario 775-776. 784-790.

[18] L. K.Handy, „Serpent“ 1116.

[19] El libro de Enoc habla de un leviatán femenino: “Un monstruo femenino llamado leviatán, vive en las profundidades del mar sobre las fuentes del agua” (1 [Eth.] En. 60, 7).

[20] Cfr. J. A. Emerton, “Leviathan“ 327-331; J. Day, “Leviathan” 295-296

[21] Un estudio exegético de Job 41, 2-3 lo encontramos en H. Rowold, “Leviathan” 104-106, así como en el magnífico comentario de H. Strauss, Hiob 380-385

[22] Job 3, 8: „Maldíganlo [el día del nacimiento de Job] los que maldicen el mar, los dispuestos a despertar al Leviatán”. El texto hebreo no es claro, por lo que se han propuesto diversas correcciones.

[23] Job 3,8: „Maldíganlo [el día del nacimiento de Job] los que maldicen el mar, los dispuestos a despertar al Leviatán”. El texto hebreo no es claro, por lo que se han propuesto diversas correcciones.

[24] J. Day, “God“ 423-436. J. D. W. Watts, Isaiah 348, interpreta la figura del Leviatán como un simbolismo para Tiro: “She [Tyre] will no longer be a threat to her neighbors, especially Israel/Judah”.

[25] C. Uehlinger, „Laviathan“ 499-526, quien estudiando una imagen de un sello con semejantes elementos descritos el el salmo, concluye que „das ruhige Hin und Her der Schiffe auf dem Meer positiv mit der Entmachtung des Leviathans korrespondiert“ (pg. 521). Véase también Am 9,3.

[26] Sobre la descripción de los monstruos primitivos bíblicos en la literatura rabínicos cfr. R. Graves – R. Parai, Mitos 41-48, quienes recogen las tradiciones de comentarios rabínicos respecto a Ráhab, Príncipe del Mar, Leviatán y Behemoth.

[27] R. Halver, Mythos 98-100. D. E. Aune, Relevation 667-676, analiza las diversas versiones antiguas del combate mítico y las posibles fuente para la versión de Ap. 12 (fuentes griegas, egipcias y gnósticas).

[28] G. J. Botterweck, “Behemath“ 19-20

[29] Cfr. K. – D. Schunk, „Jesaja 30, 6-8 und die Deutung der Rahab im Alten Testament“, en: ZAW 78 (1966) 48, 56.

[30] R. Graves – R. Patai, Mitos 41: “En la época anterior a la creación, Rahab, Príncipe del mal, se rebelo contra Dios. Cuando ordenó: ‘Abre tu boca, Príncipe del Mar, y traga todas las aguas del mundo’. Él exclamo: ‘¡Señor del Universo, déjame en paz!’. Inmediatamente Dios lo mató a patadas y hundió su cadáver bajo las aguas, pues ningún animal terrestre podía soportar su hedor”.

[31] E. Lipinski, “לויתן“ 509.

[32] Bab. B. Bat 74b-75a; Jer. Meg I 7b; III 74a; Jer Sanh X 29c; Targ Ps.-J. sobre Gen 1, 21; Tanh. B. 34b; Midr. Ps sobre Sal 23,7; 2 Apoc. Bar 29, 4; 2 Esd. 6, 52.

[33] Desde tiempos de David, el basilico fue considerado uno de los cuatro monstruos que son imagen del poder infernal: el áspid, el basilisco, el león y el dragón. También se relacionó con el Anticristo: “De la raza de la serpiente nacerá el basilisco, parirá al dragón volante” (Is 16, 29). Sobre los basiliscos véase L. Charbonneau-Lassay, Bestiario 642-646.

[34] Sobre el valor histórico de las fuentes germánicas cfr. R. Boyer, “Sagrado” 232-233.

[35] La edición aquí usada de las fuentes es la preparada por E. Bernárdez, Snorri Sturluson.

[36] J. de Vries, Religionsgeschichte, Vol. I, 362.371

[37] R. Simek, Lexikon 355

[38] Discurso de Grimnir 34. Este mismo nos lo refiere Snorri, Gylfaginning 16.

[39] Snorri, Gylfaginning 40; Discurso de Grimnir 32: “Ratatosk es la ardilla que habrá de correr en el fresno Yggdrasil; las palabras del águila llevará, abajo, las dirá a Nídhögg”.

[40] Snorri, Gylfaginning 41.

[41] U. Diederichs, Götterlehre 190-193, recoge seis historias a cerca del oro.

[42] Snorri, Gylfaginning 2.

[43] Discurso de Grimnir 34.

[44] Cfr. Los hijos de Loki, en Snorri, Gylfaginning 34: “Loki tuvo aún más hijos. Angrboda se llama una gigante del Jötunheim. Con ella tuvo Loki tres hijos: uno era el lobo Fenrir, otro Jörmungard, es decir, la serpiente del Midgard, y el tercero es Hel”. Los dioses deciden robar los hijos de Loki porque suponen un peligro para la humanidad. Pero “cuando llegaron ante él arrojó a la serpiente a un profundo mar que rodea todas las tierras, y la serpiente creció de tal modo que ocupa el mar que rodea todas las tierras, y se muerde la cola. A Hel la arrojó al Niflheim y le dio poder sobre nuevos mundos, para que proveyera en todo a los que allí se le enviaran, que son los hombres muertos de enfermedad y de vejez… Al lobo lo criaron los Ases en su tierra, y Tyr tenía el valor de ir a darle comida al lobo”.

[45] R. Boyer, „Mitología“ 208.

[46] Estr. 23: „El valedor de los hombres sujetó al anzuelo – el matador de la sierpe –,  la cabeza de toro y mordió el anzuelo la por todos odiada, que enrosca su cuerpo por todas las tierras”.

[47] R. Simek, Lexikon 272-273.

[48] Sobre los distintos significados de uroboros cfr. L. Charbonneau-Lassay, Bestiario 803-813.

[49] Probablemente este significado surgió de la propiedad que tienen las serpientes de cambiar periódicamente de piel, lo cual indicaría que el reptil renovaba también su vida.

[50] Bragi, Ragnarsdrápa, 16 [Skj I, 3] (siglo IX) y U. Uggason, Húsdrápa, Skj I, 131-132 (siglo X).

[51] Estr. 24:   “Sacó asadamente Thor el valeroso

                  la letal serpiente, y la subió a bordo,

                  golpeó su martillo el monte del cabello

                  de la muy odiosa Hermana del lobo”.

[52] U. Diederischs, Götterlehre 62.

[53] Snorri, Gylfaginning 48.

[54] J. de Vries, Religionsgeschichte, Vol. 2, 142.

[55] Voluspa 50: “Hyrm llega del este llevando su escudo,

                     se encrespa Jörmungard con furor de trol,

                     la sierpe azota el mar, el águila gañe

                     desgarra los muertos, se suelta Naglfar”.

[56] Es una estrofa difícil de entender según U. Diederichs, Götterlehre 35: “Den Drachen Nidhögg sahen wir in der Wasserhölle seines Amtes walten; es überrascht, dass er und seine Leichen das Versinken der Erde, die allgemeine Vernichtung, überdauert haben und jetzt erst, aus der Neuen Welt, endgültig verschwinden. Man dächte an einen visionären Nachhall, wenn dieser Drache für das Vorangehende ein wenig mehr bedeutet hätte“.

[57] J. de Vries, Religionsgeschichte, Vol. I, 297.

[58] Ibidem, Vol.I, 256.

[59] R. Boyer, ”Sagrado“ 267.

[60] Snorri, Gylfaginning 52.

[61] R. Boyer, Sagas 208.

[62] Snorri, Gylgaginning 47.

[63] J. de Vries, Religionsgeschichte, Vol. 2, 15, explica este hecho por tener Odin como Jormundgadr la misma etimología.

[64] Nl. (Neerllándes) Hávamál 104-110; Snorri, Gylfaginning 83-85.

[65] R. Boyer, “Mitología” 239.

[66] J. de Vries, Religionsgeschichte Vol. 2, 349, es de la opinión, “dass verschiedene Einzelheiten im Kult, sowie Göttergestelten und Mythologeme in die gemeinsame Urzeit  zurückreichen, besonders wenn sie in sozial-religiösen Anschauungen verwurzelt sind”:

[67] Ibidem, Vol. 2, 373: „Wenn die Snorra Edda erzählt, dass sie [Schlange] sich in den Schwanz beißt (SnE 34), so ist diese Vorstellung, die nicht in den poetischen Quellen vorkommt, aber bei orientalischen Völkern wohlbekannt ist, kaum altgermanisch und erst mit mittelalterlich-christlicher Gelehrsamkeit nach dem Norden gelangt. Aber die Vorstellung selbst ist gewiss uralt“.

[68] No creo que la serpiente cósmica sea fruto del recuerdo colectivo que la especie humana conservó de los enormes reptiles

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