Paganismo religión para la vida

PAGANISMO vs CRISTIANISMO

 Introducción

Pagano es la palabra usada por los cristianos para nombrar a aquella persona que practicaba la religión grecorromana en la Antigüedad tardía y en la edad Media. Según su etimología la palabra paganismo se deriva del latín Paganus, que significa: campesino o persona que vive en el campo. El paganismo ha sido una religión politeísta, profesada principalmente por las élites y los ciudadanos que ejercían principios como la justicia, templanza y la sabiduría, pertenecientes a las posturas Platónicas y Aristotélicas. Los romanos  encontraban a sus dioses en cualquier fenómeno natural o en alguna unidad relevante para su vida. Mezclando estos aspectos con la filosofía, pretendían explicar de manera racional los misterios que atañen a nuestro mundo, esta religión, llamada clásica, re- presenta una oposición a las creencias del cristianismo, pero al mismo tiempo, mantiene una estrecha relación con ella.

A pesar de esta dicotomía, la iglesia católica intentó erradicar esta creencia que en el fondo podría representar su origen. Sin duda una contradicción. El cristianismo consideró a los paganos como herejes, persiguiéndolos y exterminándolos por ser una amenaza que atentaba contra su doctrina.

A través de este texto, se demostrará que el paganismo y las personas afines a esta religión no tienen nada de “campesinos” en el sentido peyorativo de la palabra. Por el contrario, era una religión de gente interesada en diversas actividades culturales y religiosas. El paganismo tiene el beneficio de la duda pues su influencia en la posterioridad se vio mermada por la nueva religión. Finalmente, el paganismo heredaría a generaciones posteriores un mayor conocimiento ya que figuraba como una buena forma de entender la naturaleza humana.

Para ilustrar todo lo antes mencionado, se expondrán las relaciones y diferencias entre la religión antigua o clásica con el cristianismo. Dicho lo anterior, es necesario leer este texto con otro enfoque, sin tratar de dogmatizar la conceptualización de religión y razón.

Para tener una idea de lo que representa el paganismo, debemos explicar el origen, adentrarnos a lo que era la religión clásica o grecorromana, en donde encontramos ritos, mitos, dioses y principios practicados por estas dos grandes civilizaciones. Por lo tanto, su aportación es la base u origen del pensamiento de la sociedad occidental: “La edad de oro de Atenas, o de Pericles, a la que miramos atrás con reverencia, debe propiamente ser considerada como el inicio de la civilización europea o como a hora la llamamos, civilización occidental pero desde un punto de vista general de la historia de la humanidad”[1]. De ahí: “la religión oficial de la que tenemos que partir, era el politeísmo grecorromano, tal como se había constituido por la afinidad primitiva y la ulterior amalgama de estos dos cultos”[2].

 Relaciones

Al igual que el cristianismo, el paganismo también era una religión familiar. Los festejos paganos eran públicos y el calendario se establecía marcando los días relevantes para cada individuo y sociedad. En cuanto a sus creencias, los paganos tenían cultos, mitos y divinidades, por ejemplo: el culto a Baco, dios romano de la sensualidad y el vino. Las personas manifestaban su adoración por este dios en los bacanales (un festejo de la Antigua roma). Por lo que:

A base de divinidades naturales y de dioses protectores de todas las relaciones imaginables en la vida, se había producido un círculo admirable de figuras sobrehumanas, en cuyo mito el hombre antiguo reconocía por doquier su propia imagen. La relación de lo moral era libre, los dioses premiaban y castigaban el mal, eran concebidos como potencias morales superiores.

Pero como en toda creencia, siempre hay una parte indiferente. Esta circunstancia favoreció a que surgiera el ateísmo y el panteísmo: “quien no negaba a los dioses los declaraba, panteístamente, como fuerzas fundamentales del universo o los relegaba como los epicúreos, a una ociosa vecindad del mundo”.

El cristianismo también tiene deidades para todo, como los santos que se adoran en una determinada localidad. Sin embargo, los fieles cristianos y la Iglesia expresan que en su religión hay un solo Dios y que éste se encuentra en todas partes. Cabe mencionar que tanto las deidades paganas como las cristianas no comparten la misma carga simbólica, porque no es lo mismo comparar a Serapis con San Marcos. No obstante, el paralelismo existe fundamentándose en el hecho de que una figura de cualquier material escultórico, por más carga simbólica que tenga, nunca dejará de ser una figura de barro. Ambos tipos de deidades también in- fluyeron y continúan haciéndolo en la conciencia colectiva de las sociedades, basta con analizar el ejemplo mencionado. En cuanto a las tradiciones cristianas también encontramos que hay una variedad de creencias. Por ejemplo, el culto a la Virgen de San Juan, en este culto tradicional, realizado cada año, los feligreses recorren distancias muy largas a pie para cumplir sus penitencias a cambio de que la Virgen de San Juan les cumpla sus peticiones. Al igual que en el paganismo, hay personas que tampoco aceptan al cristianismo como religión, teniendo una perspectiva diferente de la vida: llámeseles ateos o de otra manera. Además su Dios también castigaba a las personas que obraban mal y premiaba al bienhechor.

La relación más importante entre estas dos culturas fue la pugna social y religiosa en la que el cristianismo resultó con más influencia en la sociedad. En el Concilio de Nicea (325 d. c.), los dogmas para la cristiandad fueron establecidos por los Padres de la iglesia, en donde se encontraba San Agustín. En esta nueva doctrina, San Agustín plantea que hay dos ciudades: la terrenal y la divina. En la ciudad terrenal habita todo lo que es contingente, es decir, todo lo que está sujeto a un cambio constante y permanente como las personas o el lugar donde habitan. La contingencia la producen las enfermedades, la guerra o el simple transcurso del tiempo, por mencionar algunos ejemplos. Mientras que en la ciudad divina se encuentra todo lo opuesto, en otras palabras, el mundo de la esperanza o el mundo donde se encuentra Dios; el espacio donde no hay precariedades por ser un mundo perfecto o utópico. Así que para San Agustín: “la naturaleza humana es doble: el hombre es espíritu y cuerpo y, por lo tanto la de ciudadano de este mundo y de la ciudad celestial”.

El origen del pensamiento de San Agustín, y por consecuencia, el origen de la doctrina que rige a la cristiandad hasta la actualidad, lo encontramos en las ideas planteadas por Platón y Aristóteles. Platón dice que hay dos mundos: el mundo de las ideas y el mundo sensible o el mundo del cuerpo. En este caso, Platón se refiere al primero como algo no contingente, algo que nunca cambia, que siempre ha existido y no tiene forma física, haciendo del mundo de las ideas algo perfecto. Por el contrario, en el segundo mundo es donde habita el cuerpo, el que podemos percibir mediante nuestros sentidos, tiene forma física y hace que sea contingente. Siendo entonces Platón y Aristóteles practicantes y poseedores de las virtudes grecorromanas, como la sabiduría y la razón, se concluye que son paganos.[3]

 Diferencias

Una de las diferencias del paganismo con el cristianismo es que el paganismo no tiene un libro sagrado como la Biblia o el Corán, pues no es una religión reveladora. en esta religión, el individuo se dedica a explicar racionalmente las cosas que están fuera de su alcance, por medio de la filosofía, aritmética o astronomía que son ciencias establecidas, en otras palabras, el hombre es quien revela los misterios que lo rodean, recordemos que en la Antigua roma: “[los] adeptos habían convertido a los dioses en antiguos estadistas, caudillos, etc. y habían explicado racionalmente los milagros por el engaño y la incomprensión; un falso camino por el que se dejaron llevar más tarde los padres de la iglesia y los apologistas al condenar el paganismo”[4], en cambio, el cristianismo establece dogmas y busca imponerlos, de esta manera, los cristianos piensan que su religión es la única válida. Para dar cuenta de esto sería en el concilio de Nicea, donde se establecen dichos dogmas, logrando un encuentro entre San Atanasio y Arrio, ambos cardenales de Alejandría.

Después encontramos que el paganismo tiene un culto politeísta muy marcado en el arte y arquitectura clásica. Por el contrario, el cristianismo tiene un culto monoteísta, no obstante, también nos topamos con que hay devoción a un sin fin de santos y vírgenes que surgieron en la pintura y arquitectura de catedrales e iglesias en siglos posteriores.

Otra diferencia. El paganismo considera que Dios está en la naturaleza y el universo como un solo ente, además de que son representaciones de lo que un individuo es y lo que no tiene posibilidad de ser. Como un santo cristiano o la imagen de perfección de Jesús. Por lo tanto:

El paganismo tiene implicaciones panteístas y considera al universo, naturaleza y dios equivalentes. Los dioses son expresiones de la naturaleza dotados de voluntad y de su comportamiento como expresión de virtudes y vicios. Teniendo conceptos totalmente opuestos al teocentrismo judeocristiano, que es una concepción que abarca todo lo que existe, incluso la verdad científica, ya que todo lo explica la voluntad divina y mística.

Así pues, el cristianismo establece que las acciones, pensamientos, decisiones y las cosas que le pasan al individuo son voluntad de Dios sin derecho a réplica. San Agustín decía que el hombre no es capaz de hacer algo sin que Dios se manifieste en él. Otro punto que cabe destacar es que el paganismo era una religión tolerante. Retomemos que los romanos dejaban que sus habitantes practicaran las creencias que quisieran, siempre y cuando respetaran los días representativos de su ideología, además de rendir el tributo correspondiente. Cabe mencionar, que en las ciudades romanas había una gran cantidad de templos ideológicamente distintos a las creencias romanas, en cambio, el cristianismo es una religión intolerante ya que busca imponer a su dios por medio de conversiones voluntarias o en el peor de los casos, a la fuerza. Recordémoslo con Carlomagno, quien in- tentó retomar el control del imperio romano donde: “inauguró al este una tradición de conquistas donde masacre y conversión quedaban mezcladas, es decir, la cristianización por la fuerza que la edad Media había de practicar durante mucho tiempo”[5].

Otro ejemplo de intolerancia cristiana y pagana lo tenemos cuando:

En el año 186 ac. fueron duramente reprimidos los cultos báquicos en Italia por medio de medidas tomadas por el Senado, una larga tradición historiográfica moderna afirma que la prohibición de este culto constituye un hecho absolutamente excepcional en la historia de roma, pues el paganismo se caracterizó por la apertura y tolerancia.[6]

Algo que se ha mencionado anteriormente y que es un contraste fundamental entre es- tas dos creencias es que el paganismo trata de esclarecer de manera racional los misterios del universo. Por el contrario, el cristianismo pretende explicar estos mismos misterios, res- guardándose en la voluntad de Dios. Evidencia de esto la tenemos cuan- do aproximadamente en el siglo III o IV, la Biblioteca de Alejandría fundada por Ptolomeo, que en su momento fue la más grande del mundo por la cantidad de manuscritos ahí alojados se destruye principalmente a manos de los cristianos. Dentro de estos manuscritos encontramos miles de volúmenes en la época de Ptolomeo sobre astronomía y álgebra.

También encontramos que:

Aproximadamente en el siglo IV en la ciudad de Alejandría, una de las ciudades más importantes para la cristiandad, una mujer llamada Hipatia cabeza de la escuela neoplatónica de dicha ciudad, fue asesinada por un grupo de cristianos. Fue también maestra en una escuela de aristócratas paganos y cristianos que tuvieron cargos altos en donde sobresale el obispo Sinesio de Cirene y el prefecto de Egipto, Orestes. Su asesinato se dio por la represión cristiana al paganismo ya que este iba en declive[7].

Con ese ejemplo se da muestra que el cristianismo fue ganando adeptos ya fuera por la fuerza devota o la fuerza física. Pero la verdadera diferencia entre el paganismo y el cristianismo son las virtudes y principios que practican. Los paganos ponderan virtudes racionales como la templanza, sabiduría y justicia, en donde las virtudes son traducidas a conocimientos que explican el cómo y el porqué de su realidad. Por ejemplo, para Platón: “lo fundamental de su filosofía política: la idea de que la virtud es conocimiento”.11

No obstante, los principios practicados por el cristianismo son la fe y la esperanza que son traducidas como sumisión, es decir, si tal o cual acontecimiento sucedió de determinada manera, el cristiano lo per- fila como la voluntad de Dios. Cuando un ser querido muere, el cristiano afirma que fue voluntad divina: “el señor sabe por qué hace las cosas y no se debe dudar de él”. Es evidente el cambio que se da en la concepción misma de la vida así como de su desenlace como consecuencia de un plan preconcebido. En contraposición, un paga- no diría que el cuerpo del fallecido ha sido reclamado por la naturaleza, que esa persona se le ha terminado su tiempo de vida por cuestiones biológicas, proporcionando una respuesta que deja de lado la superstición.

A propósito de esto, Marx opinaba:

La religión aporta satisfacciones imaginarias o fantasía que desvían cualquier esfuerzo racional por encontrar satisfacciones reales. Así el cristianismo, con su distinción entre el alma y el cuerpo, imparte a los hombres una doble vida y ofrece los goces imaginarios del cielo como un solaz para las miserias reales de esta vida.

Dejando de lado las diferencias y relaciones de estas dos religiones, nos preguntaremos ¿Por qué si el paganismo es una religión natural y con bases más sólidas que el cristianismo, no se siguió practicando? Por parte de la persona que lo practique, el paganismo involucraba un esfuerzo por querer entender el mundo en el que se vive; el cristianismo por su parte, aunque se interesaba de igual manera en la vida, tendía a ser una doctrina donde la voluntad de Dios podía explicarlo todo. Dicho lo anterior: “la fuerza de la iglesia a principios de la última persecución, no se debe al número de miembros ni a su moralidad elevada, sino a la creencia de la beata inmortalidad. El cristianismo simplificaba los misterios del paganismo. Por eso el paganismo no podía competir con el cristianismo”[8].

A manera de conclusión. El paganismo o politeísmo grecorromano representa una religión fundamentada, ya que trata de dar explicación a sus cuestionamientos por medio de las ciencias formales. Al no representar una religión revelada, el individuo trata de responderse cuestiones que lo atañan. El paganismo representa una religión tolerante a diferencia del cristianismo. En la Antigua roma no importaba cuál creencia tuvieras, no eras perseguido pero tenías que rendir tributo a las autoridades o a los días relevantes para los romanos.

Los paganos sentían un profundo respeto por el universo y la naturaleza considerando a Dios su equivalente y que la fuerza de la naturaleza es más fuerte que ninguna otra: “el neófito Arnobio nos cuenta como siendo pagano había sentido devoción al pasar por delante de los árboles encintados o de rocas con rostro de óleo derramado”, en cambio el cristianismo adopta la idea de que la naturaleza y el universo son obra de Dios. El paganismo representa el origen de la doctrina cristiana, porque sus ideas están basadas en las concepciones de Platón y Aristóteles. Sin embargo, el paganismo no representó competencia para el cristianismo pues ambas resultaron concepciones religiosas de diferentes épocas. A su manera cada religión daba respuestas a las complejidades de la vida.

Por otra parte, la analogía entre deidades paganas y cristianas no se fundamenta desde la comparación de su carga simbólica, sino en el hecho de que ambas fueron plasmadas con algún material escultórico, un muñeco o figura de barro u otro material nunca dejará de ser eso, a pesar de cuanta carga simbólica posea. Lo que no está a discusión es el hecho de que ambos tipos de deidades influyeron y siguen haciéndolo. En el caso cristiano, es una influencia en la conciencia colectiva.

Por último, el paganismo por ser una religión racional, representa una buena manera de comprender la naturaleza y los problemas existenciales del hombre por- que se apoya en ciencias sociales y naturales, las causas y efectos del hecho social y natural que precisamente tienen por objeto entender al humano, la sociedad y al medio en que se desenvuelve.

 Bibliografía

Burckhardt, Jacob, Del paganismo al Cristianismo: La Época de Constantino El Grande, Fondo de Cultura Económica, España, 1996, pp.437.

George H., Sabine, Historia de la Teoría Política, Fondo de Cultura Económica, México, 2009, pp.695.

LeGoff, Jacques, La Civilización del Occidente Medieval, Ediciones Paidós Ibérica S.A., Barcelona, 1999, pp. 341.

Ames, Cecilia, Los límites de la tolerancia religiosa romana. La prohibición de los bacanales en el 186 a.C., Revista Española de Ciencias y

Religiones, Editorial Trotta S.A., España, 2007, pp. 19.

 Audiovisuales

Ágora, Alejandro Amenábar (Dir.), Canal + España, 20th Century Fox, España, 2009.


[1] George H., Sabine, Historia de la Teoría Política, Fondo de Cultura Económica, México, p. 22

[2] Burckhardt, Jacob, Del paganismo al cristianismo en la época de Constantino El Grande, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 137

[3] Las virtudes cardinales vienen de Platón en su libro “La República”. Entre los dones del Espíritu Santo están la      sabiduría y la ciencia.

[4] Burckhardt, Jacob, Óp. cit., p. 138

[5] LeGoff, Jacques, La Civilización del Occidente Medieval, Ediciones Paidós Ibérica S.A., Barcelona, 1999, p.41

[6] Ames, Cecilia, Los límites de la tolerancia religiosa roma- na. La prohibición de los bacanales en el 186 a.C., Revista Española de Ciencias y Religiones, Editorial Trotta S.A., España, 2007, .2

[7] Ágora, Alejandro Amenábar (Dir.), Canal + España,

[8] Burckhardt, Jacob, Op.cit., p.136  14 Idem., p. 142

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