Bueno, creo que este asunto merece un post. Y lo merece porque, en ocasiones, acudimos a la lectura de las Runas para conocer ciertos aspectos de lo que está por llegar a nuestras vidas, y debido a una confusión conceptual, los mensajes pueden resultarnos erróneos, o incluso contradictorios. ¿Cómo interpretar los designios de las Nornas de forma correcta?
Tal vez, y aunque parezca lo más obvio, deberíamos empezar por lo básico: ¿sabemos lo que son las Nornas? Y no me refiero a lo más superficial: eso de que son Dísir, que tejen nuestro destino en el momento de nacer, que hasta los dioses deben someterse a su poder. Eso lo podemos saber leyendo un poco (recomiendo el Völuspá y el Grímnismál). Hay que afinar más la pregunta: ¿cuál es su función? Aquí es donde la cosa se complica, y lo hace por una simplificación que induce a error, cuando pensamos que Urd, Verðandi y Skuld representan Pasado, Presente y Futuro, respectivamente, al modo en que lo representan las Parcas romanas o las Moiras griegas. Y no, no es así. Las similitudes entre estas figuras y nuestras Nornas son meramente superficiales: el trasfondo es muy distinto.
Como ya se ha dicho, las tres Nornas mayores se llaman Urd, Verðandi y Skuld. Urd representa lo que ha sido y Verðandi lo que es, pero el concepto de Skuld es complejo, y engloba elementos tales como la necesidad o la obligación; Urd y Verðandi están conectadas profundamente, ya que Urd representa las acciones completas, finalizadas, mientras que Verðandi refleja ese proceso que tiene lugar en el presente y que acaba por expresarse en Urd. Entonces ¿qué pasa con Skuld? Ahí se halla el error. Skuld no es algo tan sencillo como decir «Futuro». Al igual que una mala traducción del término Ørlög lleva a la gente a creer que significa «Destino».
Como ya sabréis, siempre se ha representado a las Nornas como aquellas que riegan las raíces de Yggdrasil. Si nuestro Pasado es la base de nuestro Presente, no es difícil asociar conceptos: todo aquello que se ha realizado en el pasado conforma la base de Yggdrasil, de la que se nutre. Pero las Nornas, además, lo riegan, extrayendo el agua de tres pozos: Hvergelmir, que brota de Niflheim, y representa el génesis del movimiento y la fuerza primigenia; Mímisbrunnir, en Jötunheim, el conocimiento y la sabiduría; y Urdarbrunnir, posiblemente en Ásgarð, que combinando las aguas de los dos pozos anteriores, da la base a las posibilidades, al potencial. El árbol-mundo se nutre de esas aguas. Así, podemos entender a las Nornas como leyes primordiales que viajan por los nueve mundos a través de las ramas de Yggdrasil, y de esta manera, las acciones y la suerte de los seres que habitan en él se mezclan con el pasado y con la ley de acción-reacción. La representación del resultado podría verse en las gotas de rocío que aparecen en las hojas de Yggdrasil, y que, finalmente, vuelven a caer como escarcha en las aguas de Hvergelmir.
Para simplificarlo más aún: cada ser forma parte del Ørlög que está hecho de las acciones, deudas y suerte de sus ancestros, que conformaron las opciones de sus predecesores inmediatos, y que añaden sus propias deudas, decisiones, victorias y derrotas a su propio Ørlög personal. Podríamos, pues, definir una frase que resumiese estos conceptos: el pasado siempre llega ANTES y DESPUÉS del momento presente. El presente, tras haber ocurrido, se vuelve pasado. No existe el futuro como patrón de pensamiento, no es algo «tangible». No hay un sentido lineal del tiempo en la mentalidad germánica, sino que éste es cíclico. Ahí tenéis a Skuld: es quien enmarca a Urd y a Verðandi.
Una última cosa: JAMÁS os echéis las Runas a vosotros mismos: los mensajes nunca serán claros y os pueden confundir, en lugar de aclarar. Pedid siempre la lectura a una völva o una seidkona, que os ayudarán a comprender lo que las Runas deban deciros.
Bueno, ahí os he dejado un par de cosas sobre las que pensar. ¡Os veo en el próximo
Manu Garzón
Goði
Clan Fauces de Tormenta