A menudo el Wyrd preserva al héroe condenado al fracaso,
cuando su ánimo prevalece por sobre todo.
Beowulf, líneas 572-573.
La palabra Wyrd procede del idioma anglosajón, en la actualidad es definida como “destino” en el sentido fatídico, debido a las interpretaciones de los antiguos poemas anglosajones, no necesariamente representa ese concepto de inevitabilidad ante un acontecimiento que ha sido marcado previamente. Wyrd es el tejido subyacente de la fuerza del destino en la cosmología germánica. Las leyes de Wyrd determinan la voluntad de los dioses, de los hombres y todas las criaturas. El Wyrd proporciona la estructura básica para los nueve mundos, y se manifiesta en Yggdrasil y el Pozo de Urðr.
Wyrd es la red del universo, derivada y tejida del mismo árbol sagrado de los mundos denominado Yggdrasil, de alguna manera esta red es creada inicialmente por las Nornas, pero no en una forma determinista o fatídica. Conservando la analogía del tejido, cada ser tiene su propio hilo o hebra que va interactuando con los hilos de todos los demás seres y formando al universo mismo, el hilo personal es denominado Orlög y si bien el Orlög es brindado inicialmente por las Nornas y por nuestros ancestros como un legado y con una tendencia natural, el destino y las interacciones que forme con los demás dependerá en gran medida de las decisiones que cada quien aplique, no hay diseño predestinado para ello. De alguna manera el hilo y la mecánica para tejer los hilos es provisto por las Nornas, los patrones que surgen al tejer se forman de acuerdo a las decisiones y acciones propias y el resultado es el manto de Wyrd mismo, de tal modo las acciones y decisiones presentes dependerán de las acciones y decisiones pasadas, y a su vez estas servirán como base para decisiones y acciones futuras, todo está conectado y relacionado. Aquí es donde opera el mecanismo destinal de Wyrd, no como un patrón o destino establecido, sino lo que está establecido irremediablemente es que toda acción tiene una consecuencia, y esas consecuencias son a su vez causas de nuevas acciones, esa sería la verdadera “inexorabilidad” de Wyrd, nadie escapa a las consecuencias de sus propias acciones porque de esta manera es como se forja el Orlög y Wyrd mismo.
Se puede comparar Wyrd a una canción, cada persona tiene un modo distinto de cantar, pero la melodía básica sigue siendo la misma. El Wyrd también se ve con frecuencia como el acto de tejer, los hilos diferentes que se unen en un marco para hacer un patrón. Lo que conocemos como “magia” no es sino una de las maneras con las que interactuamos con el Wyrd.
El “conocimiento mágico” o la magia «predictiva» (de Groa) es haber llegado a adquirir un conocimiento de de funcionamiento de los patrones de Wyrd y la disposición de los hilos con los que se teje en el tapiz.
El trabajo con “Spae” y los trabajos con las runas son dos de las técnicas que se pueden utilizar para esto. Para hacer la magia es el procedimiento inverso: buscamos cambiar el patrón, variar la melodía. Sin embargo, el Wyrd sólo puede modificando tanto la «interferencia» como la voluntad, se trataría de volver al patrón original. La “Magia” provoca un cambio en el patrón, una apertura, pero se necesita un trabajo consciente para mantener ese cambio; no puede ser mantenida solamente por el “acto mágico”. Un talismán es un vórtice energético: un talismán iniciará el cambio en las hebras, pero para que esto sea efectivo necesita que el portador sea consciente de sus intenciones.
Algunos hilos de Wyrd también son más resistentes a la «interferencia» que otros, que no pueden ser afectados por medios mágicos u otras interacciones. Otros hilos de Wyrd son como los colores de fondo en el tapiz: se pueden cambiar fácilmente sin modificar profundamente el resultado final. Esto explica por qué la magia funciona en algunos casos y en otros no. El motivo por qué La voluntad de los dioses por desempeñar un papel significativo en nuestras vidas, a veces, no tiene efecto, es porque no logran influir sobre la tela de araña del Wyrd. Si un trabajo mágico es realizado con su aprobación, es probable que ejerza sus capacidades para lograr el cambio deseado. Pero eso no significa que el trabajo pueda tener éxito de forma automática. La magia maléfica lamentablemente funciona igual de bien como la benéfica si la voluntad del mago es lo suficientemente fuerte. Y la magia funciona dentro del marco de actuación de los Dioses.
Que la magia tenga éxito o no depende de los siguientes factores:
1.- La resistencia de Wyrd al cambio, dentro el patrón que se trata de llevar a cabo.
2.-. La fuerza de voluntad de ser ejercida sobre el cambio deseado.
3.- Inversamente, se pueden utilizar las llaves del Wyrd para bloquear la magia
4.- El poder del Wyrd es capaz de retorcer las cosas.
Esto nos da la cuenta más fundamental de la estructura del cosmos germánicas. Por encima está la apariencia virtual horizontal de los mundos creados; por debajo de ella se encuentra la parte cerrada y estructurada del universo. Cualquier otra cosa, que no está ni por encima ni por dentro del Orlög, se pierde, no es de importancia a nada ni a nadie creado. A través del flujo horizontal de las líneas verticales, opuestos entre sí en cuanto a poder y naturaleza el hombre se interrelaciona con la vida dando lugar a su destino.
Estas verticales representan todas las acciones en y relacionadas con el espacio creado: Las descendente (A, B, y D) tienen su origen inmediato en los nueve mundos creados del árbol; las ascendentes (C y E) provienen sólo del Orlög; su fuente está dentro de los estratos de las capas del Orlög. Este principio inmutable y eterno no puede ser conocido directamente por cualquier ser, Dios creado u hombre. Las líneas ascendentes de la fuerza provienen de la propia raíz cósmica, y nunca se pierden; estas líneas de retorno al pozo así como la ascendente C se conecta con D y vuelve; la línea E, que no está representada como una conexión fija, provoca a la larga potentes relaciones significativas en la vida, y finalmente volvería al pozo, aunque no tiene por qué. Las líneas descendentes, líneas derivadas del árbol Yggdrasil, pueden ser de varios tipos:
Las actividades de tipo A son aquellas que se generan en los nueve mundos y son tan triviales que realmente se pierden en el vacío.
Las actividades de Tipo B, son generadas también en los nueve mundos, son significativas, pero aparentemente no provenientes de una voluntad controlada. Caen dentro del centro del orden cósmico, pueden llegar a estar ligadas a las actividades de tipo E.
Las actividades de Tipo C, representan el Wyrd y son las que toman el control de la acciones y estructuran la voluntad humana (que son las de tipo D)
Las actividades de tipo D, representan la voluntad y esencia última de lo que nos hace plenamente humanos, lo que caracteriza al héroe del mediocre. Representa la libertad humana en su última esencia.
Las actividades de tipo E, parecen generarse del microcosmos e ir destinadas a perderse en el vacío, pero que pueden llegar a retornar ligándose con actuaciones de orden arquetípico como son las B. En este caso la interrelación NO se dá por voluntad nuestra, sino que ocurre cuando nos dejamos llevar por las circunstancias de la vida.