La rebeldía es la virtud original del hombre
Arthur Schopenhauer
Los seguidores del Odín somos inconformistas. Los convencionales etiquetan nuestro comportamiento como errático, antisocial, irresponsable, inexplicable, extravagante, y a veces escandaloso. Nosotros escuchamos otras voces, respondemos a nuestros propios impulsos internos. No estamos interesados en las normas sociales; sólo nos importa seguir a Odín. No importa si nadie puede entendernos, porque estamos imbuidos por algo que la mayoría de la gente no siente. Despertar a esta exhortación interior, y distinguir los impulsos espirituales de aquellos que son destructivos para nuestro YO, es una de las metas cruciales del auto cultivo.
Todos tenemos muchas voces, personalidades, ambiciones y tendencias dentro de nuestro ser. La habilidad de distinguir entre ellas, y la habilidad de silenciar todas las voces excepto la del Odín, es imperativa si uno ha de alcanzar este estado del ser. Una vez que uno está en contacto con Odín, no hay dudas, y las murmuraciones de otros no pueden tener ningún efecto. Uno está tan cómodo como un niño en el pecho de su madre.
Mientras uno más camina con Odín, más interesado está en la auto perfección. Todo lo que importa es el cultivo constante para estar con Odín. Este es un sendero solitario. Hay otros que siguen el Odín, pero no siempre consiguen encontrarlo. Es por eso que se debe ser lo suficientemente sensible para oír el llamado y lo suficientemente fuerte para caminar el solitario sendero. Mas solo una parte del camino se hace en soledad, hasta que te encuentres a ti mismo con tu sombra, cuando seas consciente de quien eres y lo que estás haciendo, ya nunca mas te sentirás solo…