En el 331, los visigodos bajo el mando de Aorico que fue proclamado juez, atacaron a los sármatas aliados de Roma, invadiendo su territorio y después las provincias balcánicas de los romanos. Constantino se dirigió contra ellos. En la primera batalla, Constantino sufrió una seria derrota por primera vez en su vida. Pero en las batallas sucesivas de la campaña la los godos fueron derrotados. La batalla final tuvo lugar cerca de la moderna ciudad de Varna (Bulgaria). Al parecer, el frío, el hambre y la batalla tomaron la vida de 100.000 godos. El emperador fue ayudado por los descendientes de los colonos griegos en Crimea, que sin duda estaban contentos de la oportunidad de vengarse de sus antiguos opresores. Los supervivientes se vieron obligados a pedir la paz al emperador. Firmaron un tratado (foedus) con los romanos que perduró 35 años. Por este tratado los visigodos recibirían un tributo del emperador y proporcionarían reclutas al Imperio. Por el mismo, el hijo de Ariarico, Atanarico (Athanareik es atha = noble, y reik = gobernante o juez), pasó a educarse en Constantinopla como rehén del emperador para garantizar la paz.