Mañana 21 de enero es un día importante para nosotros. COE cumple 33 años desde su fundación allá por 1981. No porque sea anual su conmemoración debe ser repetitiva pues somos distintos y a la vez poseedores de la misma esencia que hizo posible su fundación.
Así mismo en este mismo día celebramos la muerte de nuestro Thiudans Athanareiks(o Atanarico) desde el que arranca toda la genealogía de los reyes visigodos, nuestro último Thiudans formalmente pagano, muerto el 21 de enero de 381. Mil seiscientos años justos nos separan estas dos fechas. Quizá el destino haya decidido que esto fuese así, ni un año mas ni uno menos.
El Edicto de Tesalónica, también conocido como «Cunctos Populos» fue decretado por el emperador romano Teodosio el 27 de febrero del año 380. Mediante este edicto el cristianismo se convirtió en la religión oficial del Imperio romano.
Edicto de los emperadores Graciano, Valentiniano (II) y Teodosio Augusto, al pueblo de la ciudad de Constantinopla.
«Queremos que todos los pueblos que son gobernados por la administración de nuestra clemencia profesen la religión que el divino apóstol Pedro dio a los romanos, que hasta hoy se ha predicado como la predicó él mismo, y que es evidente que profesan el pontífice Dámaso y el obispo de Alejandría, Pedro, hombre de santidad apostólica. Esto es, según la doctrina apostólica y la doctrina evangélica creemos en la divinidad única del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo bajo el concepto de igual majestad y de la piadosa Trinidad. Ordenamos que tengan el nombre de cristianos católicos quienes sigan esta norma, mientras que los demás los juzgamos dementes y locos sobre los que pesará la infamia de la herejía. Sus lugares de reunión no recibirán el nombre de iglesias y serán objeto, primero de la venganza divina, y después serán castigados por nuestra propia iniciativa que adoptaremos siguiendo la voluntad celestial.»
Dado el tercer día de las Kalendas de marzo en Tesalónica, en el quinto consulado de Graciano Augusto y primero de Teodosio Augusto.
En el año 2007 COE lograba el reconocimiento legal del paganismo en España después de 1627 años. Un paganismo no de origen greco-latino sino de origen germánico, nosotros descendientes de los godos paganos de Atanarico, volvimos a declarar legal lo que siempre había sido un objeto de culto entre el pueblo llano.
COE está orgulloso de haber contribuido a la normalización del paganismo en España y en Europa, pero el futuro no se puede dejar anclado por logros en el pasado y por eso no dejamos de mirar al futuro, pues el mundo anda muy deprisa y los que titubean corren el peligro de quedarse arrumbados en la orilla del gran rio de la vida. Por eso el año pasado COE tuvo una renovación de sus principales cuadros y su estructura organizativa interna, consecuencia de todo ello ha sido la modernización de nuestra confesión. Disponemos de una organización religiosa con kindreds en toda la península, incluida Portugal, presencia en el reino Unido y en cuatro países americanos, con una actividad importante de culto y divulgación de nuestra fe Odinista.
Colaboramos activamente con el estado en programas sociales y judiciales, y nuestra actividad religiosa es constante, con un desarrollo continuo de ritos y actividades, como son los de nacimientos, boda o funerales. Contribuimos sin duda a la normalización de nuestro espacio religioso, sin olvidar nuestro activismo social, pues somos parte de nuestra sociedad.
A nivel de organizaciones paganas a nivel estatal, lo mas significativo del ejercicio anterior fue el abandono por nuestra parte de la plataforma pagana, volviendo a partir de ahora contacto directo con la administración, para este año tenemos varias noticias que daros sobre actuaciones que estamos llevando a cabo y que revolucionarán el estatus del paganismo español, que comunicaremos cuando procedamos a realizar estas intervenciones.
Nuestro recuerdo más emotivo para todos los hermanos que han pasado por COE y el mensaje de ilusión y esperanza para los que están ahora con nosotros y sobre todo para todos aquellos que todavía no están y ni ellos mismos se imaginan que estarán, por los que todavía no han nacido y el recuerdo para los que no están.
Desde aquí invocamos a nuestros Dioses ancestrales, Ases y Vanes, espíritus de la tierra, criaturas espirituales, gigantes y elfos, en fin a todo nuestro universo de creencias que entre todos hemos recuperado, porque solo vosotros sois el motivo de nuestra lucha por la existencia.
Wassail