El canto de Helgi, el hijo de Hjörvard

El rey Sígmund, el hijo de Vólsung, estaba casado con Bórghild la de Brálund. A su hijo lo llamaron Helgi en recuerdo de Helgi el hijo de Hjörvard. Helgi se crió con Hagal1.
Húnding se llamaba un rey poderoso; de él torna su nombre Húndland2. Era un gran guerrero, y tenía muchos hijos que salían a luchar. Había guerra y enemistad entre el rey Húnding y el rey Sígmund; se mataban los parientes el uno al otro. El rey Sígmund y los de su familia se llamaban los volsungos o también los ylfingos.

Helgi fue en secreto a espiar el hird3 del rey Húnding. Héming, un hijo del rey Húnding, estaba en la casa. Pero cuando Helgi se puso en camino, se encontró con un pastor y le dijo:

1          «A Héming di         que de aquel en su cota4
que héroes mataron      Helgi se acuerda:
al lobo grisáceo5         tuvisteis en casa,
el Hámal no era          que Húnding creía.»

Hámal se llamaba un hijo de Hágal.
El rey Húnding envió hombres a casa de Hágal para que buscasen a Helgi, y Helgi no pudo salvarse de otro modo que tomando las ropas de una sierva y poniéndose al molino. Buscaron, pero no encontraron a Helgi. Blind el pérfido dijo entonces:

2          «Tiene ojos fieros       la sierva de Hágal;
no es mala casta          quien gira el molino:
la tarima se hunde,     las piedras se rajan.

3          Dura la suerte que sufre el rey
ahora moliendo           gala cebada6.
¡Mejor en su mano      la espada estaría,
que no del molino       el mango de palo!7»
Hágal respondió y dijo:

4          «Bien la tarima           romperse puede,
que mueve el molino  la hija de un rey:
por las nubes arriba     a caballo corrió,
igual guerreó   que la gente vikinga8
antes que Helgi           cautiva la hiciese;
hermana es ella           de Sígar y Hogni9.
¡Por eso ojos fieros     la ylfinga tiene! »

Helgi escapó y se embarcó en un barco de guerra. Mató al rey Húnding y fue llamado desde entonces Helgi el Matador de Húnding.

                                                                • • •

Atracó con su gente en Brunavag e hicieron una picada en tierra10. Se estuvieron comiendo luego la carne cruda. Había un rey que se llamaba Hogni, y su hija era Sigrun; ésta era valkiria, y cabalgaba por los aires y sobre el mar. Era Svava renacida. Sigrun cabalgó hasta el barco de Helgi y dijo:
5          « ¿Quién sus barcos    tiene a la orilla?
¿Gente de dónde,       guerreros, sois?
¿A quién esperáis       en Brunavag?
¿Para dónde rumbo    después pondréis?»

Helgi dijo:

6          «Hámal11 sus barcos   tiene a la orilla,
gente de Hlésey12       nosotros somos;
esperamos buen viento           en Brunavag,
para el este rumbo      después pondremos.»

La valkiria dijo:

7          « ¿Adónde la guerra,  señor, llevaste
y ocas saciaste de hermanas de Gunn?13
¿Por qué ensangrentada         tu cota tienes
y cruda la carne          coméis bajo yelmos?»

Helgi dijo:

8          «Al oeste del mar,      si saberlo quieres,
esto lo último  hizo el ylfingo:
apresé yo osos14          en Bragalund,
parientes del águila     harté con las armas15.

9          Tal la injuria,      muchacha, fue;
poco que asáramos     daba la mar.»

La valkiria dijo:

10        «Muerte declaras16:    abatido por Helgi
Húnding cayó,            el rey, sobre el campo;
en guerra vengados    fueron los muertos,
sangre brotó    bajo el filo del hierro.»

Helgi dijo:

11        « ¿Cómo supiste,        doncella sagaz,
que nosotros entonces            muertos vengamos?
Príncipes muchos        feroces hay
que de aspecto parecen          parientes nuestros.»

La valkiria dijo:

12        «No estaba yo lejos,   oh punta de hueste17,
cuando ayer temprano            el rey18 pereció;
mas al hijo de Sígmund          mañoso lo llamo:
con habla secreta        su hazaña él dice19.
13        En tu largo navío20     te vi una vez,
cuando en él ocupabas           su proa sangrienta
y alzábanse frescas     las húmedas olas;
ocultárseme ahora       quiere el señor,
mas a Helgi conoce    la hija de Hogni.»

                                   • • •

Había un rey poderoso que se llamaba Gránmar, que vivía en Svarinshaug. Tenía muchos hijos: uno era Hódbrodd, otro Gúdmund, el tercero Stárkad. Hódbrodd estuvo en una junta de reyes y allí le fue prometida Sigrun, la hija de Hogni21. Pero cuando ella supo esto, cabalgó con las valkirias por los aires y sobre el mar y fue en busca de Helgi.
Helgi estaba entonces en Logafiol, y había peleado contra los hijos de Húnding. Había matado a Alf y Eyiolf, a Hjórvard y Hérvard, y estaba todo exhausto por la batalla, y se sentó al pie de Arastéin22. Allí lo encontró Sigrun, y se le echó al cuello y lo besó y le dijo por qué había ido en su busca, así como lo cuenta El Antiguo Cantar de los Volsungos23:

14        Al héroe gozoso         Sigrun le fue,
presentósele a Helgi   auxilio buscando;
al rey bajo el yelmo    besó y saludó;
quedó de la niña         el señor prendado.

17        Habló claramente       la hija de Hogni:
a Helgi rogó    que su afecto le diera.

15        Desde antes de verlo  abrasábase ella,
dijo, de amor  por el hijo de Sígmund.

16        «Prometida en la hueste         a Hódbrodd fui,
mas otro es el rey        que de esposo quiero;
furor de parientes,      señor, me aguarda,
de mi padre frustré     el plan anhelado.»

Helgi dijo:

18        «La ira de Hogni        nada te importe
ni la dura opinión       que los tuyos tengan:
vivirás conmigo,         mi niña querida.
¡A mí no me dan        tus parientes miedo! »

Helgi reunió entonces un gran ejército de barcos y se dirigió a Frekastéin, y por el mar cogieron una muy peligrosa tempestad. Hubo entonces relámpagos sobre ellos y sus fulgores iluminaban los barcos. Vieron nueve valkirias que cabalgaban por los aires, y reconocieron a Sigrun; cesó entonces la tempestad y llegaron a tierra sanos y salvos.
Los hijos de Gránmar se encontraban sobre un acantilado cuando los barcos arribaron a tierra. Gúdmund montó su caballo y corrió a espiar desde lo alto de una montaña junto al fondeadero; los volsungos estaban recogiendo velas. Entonces dijo Gúdmund lo que ya antes se ha escrito en el Cantar de Helgi24:

« ¿Qué rey es ese,       señor de su nave,
que ejército tanto        aquí desembarca?»

Sinfiotli, el hijo de Sígmund, le dio la respuesta, y también eso está ya escrito.
Gúdmund corrió a casa a contar aquella expedición de guerra. Los hijos de Gránmar reunieron entonces un ejército; acudieron allá muchos reyes. Allá estaban Hogni, el padre de Sigrun, y sus hijos Bragi y Dag. Hubo allá una gran batalla, y fueron muertos todos los hijos de Gránmar y todos sus jefes, excepto Dag, el hijo de Hogni, que a él le hicieron gracia de su vida y se juramentó con los volsungos.
Sigrun fue por entre los guerreros caídos y encontró a Hódbrodd, que estaba muriendo.
Ella dijo:

25        «Nunca será    que tú, rey Hódbrodd,
abraces a Sigrun         de Sevafiol:
muertos están  ¡de la ogresa los tengan
las grises jacas!25–       los hijos de Gránmar.»

Entonces encontró a Helgi y se llenó de alegría. El dijo:

26        «No toda suerte,   mujer, te asistió
mandato de nornas   fue que ocurriera
al alba cayeron   en Frekastéin
Bragi y Hogni     -yo los maté-

27        y cayeron en Hlébiorg            los hijos de Hróllaug
y Stárkad cayó,          el señor, en Styrkléifar;
más que ninguno        terrible él fue:
quedó sin cabeza        y luchando seguía.

28        Tus parientes ahora,    cadáveres ya,
tirados por tierra         están casi todos;
mal lo evitaras:           el sino tú tienes
que grandes señores   por ti peleen.»

Sigrun lloró entonces. El dijo:

29        « ¡Serénate, Sígrun!    Una Hild26 nos has sido;
con el hado los reyes no pueden.»

Ella dijo:

« ¡Vivos mejor            a los muertos querría,
y poder sin embargo abrazarte! »

                                             • • •

Esto dijo Gúdmund, el hijo de Gránmar27:

19        « ¿Qué príncipe es ese,           señor de sus naves?
dorado estandarte      eleva en la proa;
barcos no son  de pacífica punta28,
sus vikingos fulguran con rojo de guerra29

Sinfiotli dijo:

20        «Pronto de Helgi       Hódbrodd sabrá,
del intrépido rey         que encabeza la flota;
él a los tuyos   les ha arrebatado
su vieja heredad,        los predios fiorsungos.»

Gúdmund dijo:

21        «Lo primero nosotros en Frekastéin
comparar deberíamos mutuas injurias;
pronta venganza         será la de Hódbrodd
si tanto es nuestra       la parte peor.»

Sinfioli dijo:

22        «Lo primero las cabras           habrás de guardar,
que abruptos barrancos,
y bastón de avellano   tu mano sostenga.
¡Prefieres tú eso          al fallo de espadas! »
oh Gúdmund, trepes

Helgi dijo:

23        «Mejor, Sínfiotli,        os cuadra a los dos
entrar en combate,      alegrar a las águilas,
que estar disputando  con vanas palabras,
por mucho que rabia   se tengan señores.

24        Aprecio yo poco         a los hijos de Gránmar,
mas diga de ellos        un rey la verdad:
probado dejaron         en Moínsheim
que darle a la espada  sí que sabían;
príncipes son   de enorme coraje.»

                                                             • • •

Helgi se casó con Sígrun, y tuvieron hijos. Helgi no llegó a viejo. Dag, el hijo de Hogni, le hizo sacrificio a Odín para poder vengar a su padre. Odín le prestó a Dag su lanza. Dag encontró a su cuñado Helgi en el lugar que se llama Fioturlund30. Traspasó a Helgi con la lanza. Allá cayó Helgi; pero Dag se dirigió a las montañas31 y le dio a Sígrun la noticia:

30        «Pesaroso, hermana,   tu pena te digo,
pues muy sin quererlo32         te hago llorar:
al alba cayó     en Fjoturlund
el budlungo que fue   el mejor del mundo
y cuellos pisaba33 ”     de grandes señores.»

Sigrun dijo:

31        « ¡Mal que te muerdan           todas a ti
las palabras de paz      que a Helgi juraste
a la vera del agua,       la clara, de Leipt
y a la vera de Unn34    en la fresca piedra!

32        ¡Barco en que vayas,  que él no se mueva,
por más que buen viento        le sople de atrás!
¡Caballo que montes   quieto se quede,
por más que tú quieras           huir de enemigos!
¡La espada que empuñes,       que ella no muerda,
no siendo que a ti       tu cabeza te corte!

33        Pagarías entonces       la muerte de Helgi,
si tú por los bosques   lobo te vieras,
tus bienes quitados,    sin gozo alguno,
de sólo carroña           que allí te hartaras.»  

Dag dijo:

34        «Desvarías, hermana, el seso perdiste,
pues pides desdicha   que sufra tu hermano.
¡Males son todos        obra de Odín,
que runas de lucha      puso en cuñados!

35        Rojas anillas    tu hermano te ofrece,
Vigdálir y, entero,      el Vandilsvé;
la mitad de mis tierras            acepta en pago,
enjoyada mujer,          para ti y tus hijos.»

Sigrun dijo:

36        «Ni al alba o de noche           en Sevafjol
tan gozosa estaré        que vivir yo quiera,
si no resplandecen      las tropas del rey
y aquí mi señor           en Vígbler35 viene,
el de riendas de oro,   que yo lo agasaje.

37        Tanto teníale               a Helgí pavor
cualquier su enemigo  y también sus parientes,
como llenas de espanto          alocadas huyen
delante del lobo          cabras del monte.

38        Superior era Helgi      a todo otro rey,
como el fresno grandioso       lo es a la zarza
y aquel cervatillo        que perla el rocío
mejor animal   es él que los otros
y alumbran sus cuernos          los propios cielos.»

Se hizo un túmulo para Helgi. Pero cuando él llegó al Valhalla, Odín lo invitó a regir todas las cosas junto con él. Helgi dijo:

39 «Deberás, oh Húnding,     a todos los hombres
lavarles los pies,      encender el fuego,
atar los perros,     mirar los caballos,
dar a los cerdos,      antes de irte a dormir36

Una sierva de Slgrun iba de noche cerca del túmulo de Helgi, y vio que Helgi cabalgaba al túmulo con muchos hombres. La sierva dijo:

40        «¿Engaño es esto        que ahora contemplo
o la hora final     —cabalgan los muertos,
que vais con las lanzas           picando caballos—
o príncipes sois           devueltos al mundo?»

Helgi dijo:

41        «Engaño ninguno       ahora contemplas
ni el mundo acaba      —aunque sí que nos ves
que vamos con lanzas       picando caballos—
ni príncipes somos      devueltos al mundo.»

La sierva volvió a casa y le dijo a Sigrun:

42        «Sal fuera, oh Sigrun     de Sevafiol,
sí ver deseas      al rey de tu gente.
¡Abierto está el túmulo,         Helgi ha venido!
Te ruega el señor        —sus heridas sangran—
que el manar de sus llagas      tú le restañes.»

Sigrun entró en el túmulo y fue a Helgi y le dijo:

43        «Tanto de verte          feliz yo estoy,
como están los voraces           azores de Odín37
que huelen de muertos           calientes cuerpos
o rocío los cubre         y el alba vislumbran.

44        Al rey sin vida      besar yo quiero
Antes que arrojes   tu cota sangrienta
Escarcha, oh Helgi     te cubre el cabello,
Rocío de heridas38    envuévete todo.
¡Frias las manos  del yerno de Hogni!
¿Cómo budlungo, sabré remediarlo?

45        “Tú sola, oh Sigrun   de Sevafjol,
En rocío de pena39  a Helgi envuelves:
Enjoyada tu lloras   amargas lágrimas
mi clara sureña,    antes de irte a dormir;
cada una, sangrienta,   en mi pecho me cae,
fría, hiriente,      de angustia llena.

46        ¡Bien beberemos         precioso hidromiel40,
aunque hayamos perdido       placeres y tierras!
¡Nadie me entone       doliente cantar,
aunque herida mortal  en mi pecho vea!
¡En el túmulo ahora    mí amada se alberga,
la esposa del rey,        con nosotros los muertos!»

Sigrun preparó un lecho en el túmulo.

47        «Aquí, oh Helgi,         hijo de ylfingos,
limpio de penas          lecho te ofrezco:
quiero en tus brazos,   señor, dormir,
igual que lo haría        si el rey viviese.»

Helgi dijo:

48        « ¡Nada, yo digo,       me falta ahora
ni temprano ni tarde   en Sevafiol,
cuando blanca tú,       oh hija de Hogni,
en los brazos del muerto        en el túmulo duermes,
la nacida de reyes       aún con vida!

49        Cabalgue yo ya           por el rojo sendero41,
al oeste remonte         mi pálida jaca;
pasar debo el puente   del yelmo del viento42
antes que Salgófnir43  a los héroes despierte.»

Helgi y sus hombres se pusieron en marcha, y las mujeres regresaron a casa. Al día siguiente por la tarde, Sigrun envió a la sierva a vigilar el túmulo. A la puesta del sol, cuando Sigrun fue al túmulo, ella dijo:

50 «De la sala de Odín44        ya hubiese venido,
si el hijo de Sígmund      pensara venir;
dudo yo mucho          que el príncipe torne
cuando águilas hay     en las ramas del fresno45
y a la junta de sueños46          fueron los hombres.

51        ¡Locura no hagas        entrando tú sola,
mujer de skioldungos,            al lar de los muertos!47
Los fantasmas todos  más por la noche
tienen poder    que a la luz del día.»
Sigrun vivió poco tiempo más por su pena y dolor.
Se creía antiguamente que las personas volvían a nacer, aunque esto se tiene ahora por patraña de viejas. Helgi y Sígrun se dice que volvieron a nacer. El se llamó entonces Helgi Haddingiaskati48, y ella Kara, hija de Halfdan, según está contado en El Canto de Kara49, y era ella valkiria.

1 Cf, Cantar de Helgi el Hijo de Hjórvard, nota 1.

2 «Tierra de perros», país imaginario.

3 Una especie de séquito personal que solían costearse los grandes señores germánicos. Según da a entender la siguiente estrofa, Helgi estuvo entre aquellos sus enemigos ocultando su verdadera identidad y diciéndose hijo de Hágal.

4 Sígmund, el padre de Helgi, que había sido muerto por la familia de Húnding.

5 Es a sí mismo a quien He!gi se designa de este modo. El nombre de su familia, los ylfingos, significa precisamente «hijos del lobo».

6 Valbygg en el original, cebada importada de Válland “tierra de celtas o de galos”

7 Es evidente la relación entre este pasaje y La Canción de Grottí.

8 Esto es, fue valkiria.

9 Famosos héroes.

10 Traducimos así el término strimdbogg con que se denominaba la típica operación de pillaje y avituallamiento de los antiguos vikingos, y que se realizaba en un rápido desembarco por sorpresa seguido de inmediata huida.

11 Es el nombre que ya antes se dio Helgi cuando estuvo en casa de Húnding.

12 La isla Laessö, al norte de Jutlandia.

13 Las ocas de las hermanas de Gunn (las valkirias) son los cuervos. Saciar cuervos es darles carroña, hacer matanza.

14 Guerreros

15 Nueva variación de! repetido cliché con que se alude a la matanza de enemigos.

16 La «declaración de muerte,> es un concepto jurídico de la antigua Escandinavia. Implica que el hombre que mata a otro da noticia de ello y lo hace de conocimiento público, reconociéndose formalmente en el plazo de un día y ante testigos autor del hecho. Sólo la muerte no declarada era tenida por principio como acción reprobable, y era con la más rigurosa de las penas con la que llegado el caso solía castigarse: la proscripción temporal o por vida del culpable (cf. La Visión de la Adivina, nota 47).

17 Cf. Cantar de Helgi el Hijo de Hjórvard, nota 17.

18 Húnding.

19 Helgi utilizó efectivamente el convencional lenguaje poético de los escaldas cuando en la estrofa 8 llamó osos a los guerreros y festín de águilas a la matanza.

20 El langskip o barco de guerra vikingo.

21 Fue éste quien prometió a su hija sin su consentimiento.

22 Cf. Cantar Primero de Helgi, 14.

23 Un canto éddico perdido.

24 Cf. Cantar Primero de Helgi, 32.

25 Las grises monturas de la ogresa: los lobos.

26 En el «Drapa» a Rágnar de Bragi el Viejo se cuenta la historia, que también parafrasea Snorri, de una cierta Hild, hija de Hogni, que supo prolongar indefinidamente la guerra que, instigados por ella, se hacían su padre y su amante Hedin. Hild acudía cada noche al campo de batalla y revivía con magia a los caídos del día anterior, que se reincorporaban de nuevo a .la mañana siguiente a una lucha que debía continuar se hasta el día del ocaso final (cf. Edda Menor, p. 171).

27 Se hizo ya antes, en las líneas en prosa que siguen a la estrofa 18, una rápida referencia al intercambio de invectivas que Gúdmund y Siufiotli se dirigieron en el Cantar Primero de Helgi, 32-44. Terminado ahora el relato de la batalla entre Helgi y H6dbrodd, el recopilador del texto quiere volver, algo a destiempo, a aquella situación anterior para añadir estas nuevas estrofas.

28 Se situaba en punta de la línea de barcos e! de! Jefe que los mandaba.

29 El color de sus escudos.

30 «El soto de las ataduras.»

31 Las de Sevafiol.

32 Dag, efectivamente, se ha encontrado en la típica situación de conflicto entre dos lealtades, que tan frecuentemente encontramos en la literatura antigua germánica.

33 Tenía a sus pies, diríamos nosotros.

34 Leipt (relámpago) y Unn (ola) son ríos imaginarios.

35 El caballo de Helgi.

36 Mal parece que el código de honor germánico permitiese estas palabras en boca de Helgi contra un enemigo de la talla de Húnding, que sin duda peleó con bravura y recibió así una honrosa muerte. La estrofa podría proceder de un intercambio de invectivas entre Sinfiotli y Húnding antes de iniciarse la batalla.

37 Los azores de Odín: los cuervos.

38 Rocío de heridas: la sangre.

39 Rocío de pena: las lágrimas.

40 Se alude sin duda a un brindis ritual en la celebración de bodas.

41 El que conduce al Valhalla, el Bifrost.

42 El puente del yelmo del viento (el cielo): el Bifrost o arco iris.

43 Gullinkambi, el gallo que despertará a los caídos por armas que habitan el Valhalla cuando llegue el dla de la lucha final.

44 El Valhalla.

45 Esto es, cuando ya se ha hecho de noche.

46 A dormir.

47 El túmulo.

48 Haddingiaskati: «el soberano de los haddingos».

49 Un poema éddico perdido.

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