CANTAR PRIMERO DE HELGI EL MATADOR DE HÚNDING
1 Graznaron las águilas1 —santas entonces
las aguas bajaban de Himinfjol2—
el día en que Bórghild en tiempos de antaño
a Helgi el grande en Brálund parió.
2 A la noche las nornas allá que acudieron,
al príncipe ellas su vida le hicieron:
fama ordenaron que el noble alcanzara,
que fuese el mejor de la estirpe budlunga.
3 Del destino los hilos con fuerza trenzaron
en tanto que en Brálund bastiones caían3;
cordones de oro le hilaron ellas,
los fijaron arriba en el lar de la luna4.
4 Al oeste y al este escondieron sus puntas,
las tierras de en medio él las tenía;
la hermana de Neri5 en el norte fijó
el cordón que ordenó que jamás se rompiera.
5 Congoja le cupo al nacido de ylfingos6
y a aquella que al mundo amorosa lo trajo.
Hambriento un cuervo dijo a otro cuervo
arriba en el árbol: «Cierto lo sé.
6 Con su cota se yergue el hijo de Sígmund,
un día ha cumplido. ¡Ya amaneció!
Mirada él tiene, el amigo de lobos7,
de fiero guerrero. ¡Festín nos aguarda!8»
7 Excelente señor lo pensaban los nobles,
rica cosecha a su pueblo él daba9;
el rey en persona, batallas dejando,
al príncipe trajo la planta excelsa10.
8 Con el nombre de Helgi Hringstádir le dio,
Sólfiol, Snéfiol y Sigarsvéllír,
Hringstádir, Hatun y Himinvángar11
y ornado espadón de Sinfiotli al hermano12.
9 Entre pechos amigos el olmo13 creció,
el de alto linaje, a la luz de la dicha;
oro a los hombres magnánimo daba,
su botín de tesoros él repartía.
10 Poco el señor demoró el combate:
quince contaba años el rey
cuando muerte le dio a Húnding el fuerte14,
quien mandó largo tiempo en tierras y bravos.
11 Del hijo de Sígmund joyas y anillos
luego exigieron los hijos de Húnding,
reclamáronle al rey las muchas riquezas
que él se llevó y la muerte del padre.
12 Arreglo ninguno el budlungo15 aceptó
ni les quiso pagar del pariente la muerte;
la ira de Odín aguardábales, dijo,
la furiosa tormenta de grises lanzas16.
13 A la junta de espadas17 guerreros fueron,
al lugar que acordaron en Logafiol18;
la paz de Frodi19 enemigos rompieron,
por la isla se hartaron los perros de Vídrir20.
14 Sentóse el príncipe en Aranstéin21
después que mató a Alf y Éyiolf,
Hiórvard y Hávard, los hijos de Húnding
con la estirpe acabó del Mímir lancero22
15 Fulgores brillaron en Logafiol
fulgores que daban grandes destellos:
(doncellas el bravo vio cabalgaban)23
con sus yelmos altas por Himinvángar;
manchadas de sangre sus cotas tenían,
con claros reflejos brillaban sus lanzas.
16 Al alba temprana en el antro del lobo24
a las santas sureñas25 el rey preguntó
si querían ellas unirse esa noche
a los nobles guerreros; restallaban los arcos.
17 Allá en su corcel tras el choque de escudos26
la hija de Hogni27 al príncipe dijo:
« ¡Otras tareas las nuestras son
que beber cerveza con rey dadivoso!
18 Tenme a mí, a su hija, mi padre
al cruel prometida, al hijo de Gránmar28,
mas a Hódbrodd yo tan señor atrevido,
oh Helgi, llamé, como el hijo del gato29.
19 Llegará él ahora tras noches pocas
si tú no le ofreces la junta de muertos30
y al rey generoso31 la novia robas.»
Helgí dijo:
20 « ¡No temas tú al matador de Isung!32
¡Tronarán las armas, si antes no muero! »
21 Por aire y por mar el gran soberano33
emisarios mandó que gente reuniesen,
que mucho ofrecieran brillo del río34
a los hombres valientes, también a sus hijos:
22 « ¡órdenes dad que a los barcos corran,
que en Brándey preparen pronta salida! »
Multitudes entonces de recios guerreros
al rey le llegaron de Hedinsey.
23 Sin demora ninguna de Stafnsnés
su nave arribó, la adornada con oro.
Helgi a Hiórleif35 así preguntó:
«¿Sábesla tú nuestra gente atrevida?»
24 Díjole al otro el joven señor
—larga la cuenta de barcos con gente,
los altos de proa, de Tronueyr
que allá se juntaban en Orvasund36 —:
25 «Doce centenas “37 de fieros señores;
mas el doble de hombres en Hatun hay,
tropas del rey. ¡Guerra me espero! »
26 Abajo las tiendas38 el príncipe echó
a sus bravos mandando que ya despertaran,
que vieran los reyes del alba la luz,
que los nobles señores al mástil izasen
las bandas tejidas39 en Varínsfiord.
27 Remos crujieron, hierros chirriaron,
sonaron escudos40: los vikingos remaban;
con rápido empuje, de héroes repleta,
alejóse de tierra la flota del rey.
28 Así poderoso en las largas quillas
oyóse el batir de la hermana de Kolga41,
como rompe bravío en las rocas el mar.
29 Altas las velas quísolas Helgi;
a la brega con olas nadie faltó
cuando allá la terrible, la hija de Égir42,
hundir se propuso las yeguas de cuerdas43.
30 Mas Sigrun arriba, la firme en la lucha,
por ellos velaba, por hombres y barcos;
del abrazo de Ran44 las bestias del rey45
escaparon briosas en Gnipalund.
31 A la tarde los barcos, los bien adornados,
meciéndose estaban en Unavágar46.
Mas subidos ellos47 en Svarinshaug48,
desde allí pesarosos contaban las tropas.
32 Preguntó así Gúdmund49, el de alta estirpe:
«¿Qué príncipe es ese, señor de su nave,
que ejército tanto aquí desembarca?»
33 Respondióle Sinfiotli —rojo50 su escudo
alzó hasta la verga, el ceñido con oro;
barquero51 era él que bien respondía,
que justa respuesta a los príncipes daba—:
34 «A la tarde sabrás, cuando des a los puercos
O estés tras la perra a echarle que coma52,
que aquí los ylfingos, de guerra ansiosos,
del este llegaron a Gnipalund.
35 Encuentro con Helgi Hódbrodd tendrá,
con el rey que resuelto encabeza la flota;
a las águilas él a menudo sació
mientras tú en el molino besabas siervas53.»
Gúdmund dijo:
36 « ¡Mal sabes, rey, los viejos relatos
si así de señores calumnias cuentas!
Delicias del lobo54 comiste tú,
tú que a tu hermano muerte le diste;
heridas lamiste con fría tu boca,
repudiado por todos viviste en cuevas55»
Sinfiotli dijo:
37 «Bruja tú fuiste en Varinsey,
mujer marrullera y de trampas llena;
no sino a uno, un hombre con cota,
de esposo querías: sólo a Sinfiotli.
38 Malvada tú fuiste ogresa y valkíria,
torva y horrible, en la sala de Álfod56;
allá por tu culpa, falsa mujer,
habrán de luchar los einherjar todos.
39 Nueve conmigo lobos tuviste
en el cabo de Saga: ¡De todos fui padre! »
Gúdmund dijo:
40 «Mal se me alcanza que lobo ninguno
engendrases tú, el más viejo de todos:
capáronte a ti ante Gnipalund
las novias de ogros57, aquellas de Torsnes.
41 Metido en la fosa, hijastro de Síggeir58,
cantos de lobo en el bosque escuchaste59;
males sin cuento a ti te acosaron
después que a tu hermano le abriste el pecho.
¡Famoso te hicieron tus sucias acciones! »
Sinfiotli dijo:
42 «Novia de Graní60 tú fuiste en Brávoll,
con bridas de oro pronta a trotar;
reventada yo a ti te dejé muchas veces
cuesta abajo montándote, flaca, en tu silla.
43 De zafio mozuelo a ti se te vio
la vez que ordeñabas las cabras de Gúllnir61
de hija de Imd61 en otra ocasión
y vestida de andrajo s. ¿Quieres que siga?»
Gúdmund dijo:
44 «Más me apetece en Frekastéin
arrojarte a los cuervos a ti de carroña,
que ir tras la perra a echarle que coma
o dar a los cerdos. ¡Los ogros te lleven! »
Helgi dijo:
45 «Mejor, Sinfiotli., os cuadra a los dos
entrar en combate, alegrar a las águilas,
que estar querellando con vanas palabras,
por mucho que rabia se tengan señores.
46 Aprecio yo poco a los hijos de Gránmar,
mas diga de ellos un rey la verdad:
probado dejaron en Moinsheim
que darle a la espada sí que sabían.»
47 Duro apretaron a Svípud y Svégiod63
que mucho corrieran camino de Sólheim;
por húmedos valles, sombrías cuestas,
donde ellos pisaban temblaba la tierra.
48 Afuera a la verja a su rey se toparon,
le dijeron la gente que hostil les llegó.
Hódbrodd allá, con su yelmo cubierto,
observó a sus parientes, tropel a caballo:
«¿Por qué caritristes están los hniflingos?»
49 «Para acá se apresuran veloces barcos,
los ciervos de raca64 y largas vergas,
numerosos escudos, pulidos remos,
tropa excelente, gozosos ylfingos.
50 Quince tropeles pisan ya tierra,
en las aguas de Sogn siete mil se les suman;
negras se ven ante Gnipalund
las bestias del mar65 adornadas con oro.
Lo más de su ejército júntase allí:
¡ Ahora la guerra Helgi la quiere! »
Hódbrodd dijo:
51 «A los altos señores66 corceles corran,
corra Sporvítnir a Sparinsheid,
Mélnir y Mylnir lejos al Myrkvid67:
hombre ninguno dejéis de llamar
que sepa empuñar el fulgor de la herida68.
52 A Hogni llamad y a os hijos de Hring,
a Atli y a Ingvi y al Alf el viejo
a la gente valiente ansiosa de guerra
¡tendrán los Volsungos cumplida respuesta!
53 Fue tempestad cuando pálidas lanzas
allá se enfrentaron en Frekastéin;
siempre en la brega Helgi el primero
el que a Húnding mató, presente estaba,
pronto al combate, tardo en la huida.
¡Brava del rey la bellota del brío!69
54 Descendieron del cielo aquellas con yelmo70
—más crujieron las lanzas— que al rey protegían
así dijo Sígrun —las valkirias volaban,
la cebada del cuervo71 el lobo comía—;
55 «Gozoso, señor, en tus hombres mandes,
oh pariente de Yngvi72, y goces tu vida
ahora que al príncipe73 muerte le diste,
al tardo en la huida que al fiero mató.
56 A ti budlungo, bien corresponden
Rojas anillas y niña hermosa;
Gozoso, budlungo, de ambas disfrutes:
De la hija de Hogni y también de Hringstádir,
Victoria y tierras. ¡La guerra acabó! »
1 Anunciando futuras matanzas.
2 «Las montañas del cielo». La referencia a los ríos mitológicos (cf. Los Dichos de Grírnnir, 27 y 28) cumple aquí la función de magnificar el nacimiento del héroe.
3 Alusión por anticipado a las conquistas que Helgi queda destinado a realizar (?).
4 El cielo.
5 La hermana de Neri: una de las nornas.
6 El nacido de ylfingos: Helgi. La desgracia que le sobrevino fue la muerte de su padre Sígmund a manos de Húnding.
7 Pues los alimentará con sus matanzas.
8 Nueva anticipación. El que ya fuese llegado el día de la batalla, como el ansioso cuervo sugiere, no ha de tomarse en sentido literal. Helgi, simplemente, está llamado desde el primer día de su vida a vengar la muerte de su padre.
9 La de provocar abundantes cosechas era una de las virtudes que debían acompañar a los primitivos reyes escandinavos. En la Saga de los Ynglingos, Snorri cuenta de alguno de ellos, un tal Domaldi, que fue sacrificado por el pueblo por no saber proporcionarle ár ok fridr, buen año y paz.
10 Itrlauk es literalmente el «excelso bulbo». Se trata, sin duda, de algún obsequio de carácter simbólico con el que se acrecienta la dignidad y poder de Helgi.
11 Algunas de estas tierras y ciudades que Helgi recibe junto con su nombre podrían localizarse en Dinamarca. Hríngstádír por ejemplo, es probablemente Ringsted en la isla de Seeland: Lugares como .Himinvángar, “las llanuras del cielo”, son por el contrario imaginarios.
12 El hermano de Sinfiotli (Fitela en el Beowulf, vv. 879 ss.) es el propio Helgi.
13 El hombre, Helgi.
14 Helgi venga así la muerte de su padre Sígmund.
15 El budlungo (literalmente «el descendiente de Budli»): el de alta alcurnia, Helgi.
16 La guerra.
17 La guerra.
18 «Las montañas de fuego».
19 Cf. La Canción de Grotti, introducción en prosa.
20 Los perros de Vídrir (Odín): los lobos.
21 «La roca del águila».
22 El Mímir lancero: el guerrero, Húnding.
23 Verso reconstruido a partir del pasaje correspondiente en la Saga de los V olsungos: «Pero cuando Helgi volvía de la batalla, entonces se topó en el bosque con muchas mujeres de grandiosa apariencia, mas una había que a todas las demás sobrepasaba. Cabalgaban ellas con sus magníficos pertrechos.» Se trata, claro es, de valkirias.
24 El bosque.
25 Las valkirias (cf. El Cantar de Vólund, 1 y nota 9).
26 La batalla.
27 La hija de Hogni: la valkiria, Sigrun. Así la llama el poe¬ma en las estrofas 30 y 54.
28 El hijo de Gránmar: Hódbrodd.
29 Sigrun, que no quiere casarse con Hódbrodd, dice burlescamente de él que es asustadizo como un gatito.
30 La batalla.
31 Hódbrodd.
32 El matador de Isung (?): Hódbrodd.
33 Helgi.
34 El brillo del río es el oro. El kenning se justifica como referencia al famoso tesoro de los níflungos, que fue arrojado al Rin.
35 Uno de los hombres de Helgi.
36 «El estrecho de las flechas».
37 En el sistema duodecimal antiguo germánico la centena, hundrad, es 12 x 10 = 120. Doce centenas, pues, equivalen aquí en sentido estricto a 1.440 hombres.
38 Las que se montaban a bordo de los barcos vikingos durante la noche.
39 Las velas, confeccionadas con tiras o largos de paño cosidos uno junto a otro.
40 Los escudos alineados a ambos costados del barco que, ceñidos por sus brocales de hierro, entrechocan y rechinan por la velocidad de la marcha.
41 Una de las nueve hijas de Égir, señor del mar, que personifican las olas.
42 La ola, la tempestad. Véase nota anterior.
43 Los barcos.
44 La tempestad. Ran, esposa de Égir, es la divinidad acuática que, según la Edda Menor, p. 145, se apodera con su red de los náufragos.
45 Los barcos.
46 «Las aguas o la bahía de Uni».
47 Dos vigías de Hódbrodd, que contemplan desde la costa la llegada de la flota enemiga.
48 «El promontorio de Svarin».
49 Uno de los dos vigías; es hermano de Hódbrodd.
50 Color de guerra.
51 Barquero vale aquí por hombre que no se las calla, por alguien que sin remilgos le canta a cualesquiera cuatro verdades. De ese desparpajo hizo gala Odín en El Canto de Hárbard.
52 Desempeñando tareas de esclavo tras haber sido hecho cautivo.
53 Implica esto un insulto. El hombre que se está pegado al molino o que se pasa la vida en casa, el beintskr, es el necio o persona de poco mundo.
54 Carroña.
55 Sinfiotli mató, efectivamente, según la Saga de los Volsungos, a dos hermanastros suyos. Tenía también la propiedad de transformarse en lobo.
56 La sala de Alfod (Odín): el Valhalla. Toda la estrofa, de no muy claro sentido, parece ser una interpolación.
47 Las gigantas.
58 El hijastro de Síggeir: Sinfiotli. madre Signy, hermana de Sígurd.
59 Cuenta la Saga de los Volsungos estuvieron escondidos durante mucho foso o lugar subterráneo.
60 Novia de Grani: una yegua. Gr de Sígurd.
61 Un gigante.
62 Una giganta.
63 Nombres de caballos. Los dos vigías corren ahora a informar a Hódbrodd.
64 Los ciervos de raca: los barcos.
65 Los barcos.
66 El texto dice literalmente «a la junta o asamblea de dioses» (?)
67 «El bosque oscuro» (cft El cantar de Vólund, nota 9). Mélnir y Mylnir son nombres de caballos
68 La espada
69 El corazón
70 Las valkirias
71 La carroña, los muertos en el combate.
72 El pariente de Ingvi(Frey): Helgi
73 Hódbrodd.