CANTAR PRIMERO DE GUDRUN

Gudrun estaba junto a Sígurd muerto. No lloraba como otras mujeres, aunque estaba a punto de estallar de dolor. Allá le fueron mujeres y hombres para consolarla, pero eso no era fácil. Cuentan que Gudrun había comido del corazón de Fáfnir y que por eso entendía el habla de los pájaros. También esto se ha dicho sobre Gudrun:

1 Ya era que Gudrun morir quería,
allí junto a Sígurd toda angustiada;
no ella lloraba y se daba en las manos
ni quejábase ella como otras mujeres.

2 Sabios magnates allá que le fueron
queriendo aliviar el dolor de su mente;
mas no pudo Gudrun romper a llorar,
tanto sufría que ya estallaba.

3 Altas señoras, de oro adornadas,
a sentarse con Gudrun, excelsas, fueron;
cada una la suya su pena decía,
la peor que le cupo desgracia amarga.

4 Giáflaug habló, la hermana de Giuki:
«Nadie en el mundo sufrió como yo,
que cinco ya llevo maridos muertos.
e hijas tres, más tres hermanas
y hermanos ocho, pero sigo viviendo.»

5 Mas no pudo Gudrun romper a llorar:
tanto sufría muerto su esposo,
dolíale tanto el cadáver del rey.

6 Hérborg habló, la reina de Húnaland:
«Peor mi desgracia contar yo puedo,
que siete mis hijos en tierras del sur,
y mi esposo el octavo, en guerra cayeron.

7 A mi padre y mi madre, y hermanos cuatro,
a ellos el viento en la mar se llevó:
i En la borda las olas con fuerza dieron!

8 Yo los lavé, yo los cubrí,
yo los dispuse que al Hel marcharan.
Sucedióme esto todo en un medio año.
¡Nadie encontré que me diese consuelo!

9 Cautiva me vi y en guerra tomada,
que también me ocurrió aquel medio año;
debí yo vestir noble señora
y todos los días atar sus zapatos.

10 Celosa de mí amenaza me hacía,
tratábame dura con recios golpes;
no lo vi yo un señor más bueno,
nunca la vi señora más mala.»

11 Mas no pudo Gudrun romper a llorar:
tanto sufría muerto su esposo,
doliale tanto el cadáver del rey.

12 Gúllrond habló, la hija de Giuki:
«Mal sabes tú consolar, oh madre,
a la joven esposa, aunque sabia eres.»
Destapado lo quiso el cuerpo del rey.

13 De Sígurd ella apartó el sudario,
allá a sus rodillas le puso el cojín:
« i Mira a tu amado, besa su boca
lo mismo que vivo al señor le hacías! »

14 Una vez, una, Gudrun miró:
del rey los cabellos vio ensangrentados,
fulgurantes sus ojos ahora ya idos,
el fortín de su mente por hierros roto.

15 Postrada a su lado Gudrun cayó:
soltósele el pelo, roja se puso,
allá en sus rodillas gota llovió.

16 Gudrun lloró, la hija de Giuki,
el lecho de lágrimas todo mojando;
graznaron entonces las ocas fuera,
las aves gloriosas que ella tenía.

17 Gúllrond habló, la hija de Giuki:
«El vuestro sé yo el amor más grande
que nadie jamás en el mundo tuvo;
ni fuera ni dentro contento hallabas,
sino sólo con Sígurd, oh hermana mía.»

Gudrun dijo:

18 «Entre los hijos de Giuki mi Sígurd estaba
como está de la hierba crecido el lirio
o brillante la piedra está en la diadema,
sobre nobles señores preciosa piedra.

19 También yo me vi por los bravos honrada
más que 10 fuera dis de Herian;
igual de pequeña quedo yo ahora,
muerto mi rey, que hoja de sauce.

20 En banco y en cama mi amado me falta,
los hijos de Giuki así lo quisieron;
Quisieron mi mal los hijos de Giuki,
que amarga desdicha su hermana llorara.

21 De hombres vacía la tierra dejáis,
que así respetáis lo tanto jurado.
Jamás gozarás, oh Gúnnar, del oro
– ¡harán las anillas que muerto seas!-,
oh tú, que a Sígurd tanto juraste.

22 Más a la puerta fue grande el gozo
la vez que mi Sígurd a Grani ensilló
y con él partió a pedirte a Brýnhild,
la muy miserable de males llena.»

23 Brýnhild habló, la hija de Budli:
«¡Falta se vea de esposo y de hijos
la que hízote a ti, oh Gudrun, llorar
y te dio esta mañana las runas del habla!»

24 Gúllrond habló, la hija de Giuki:
« ¡ Cállate tú, oh ser deleznable,
perdición de señores que siempre has sido!
Te siguen a ti las desdichas todas;
desgracia de reyes, de siete, fuiste,
la más que ninguna perversa mujer.»

25 Brýnhild habló, la hija de Budli:
«Atli, mi hermano, el nacido de Budli,
él estos males todos causó.
En la sala de hunos al rey contemplamos
y con él el fulgor del jergón de la sierpe .
¡Cara después su visita he pagado!
¡Aquella visión jamás se me borra!»

26 En pie junto al poste fuerzas reunió:
los ojos de Brýnhild, la hija de Budli,
fuego lanzaron, veneno echó,
cuando vio las heridas del cuerpo de Sígurd.

Gudrun se fue de allá a los bosques y parajes desiertos y llegó hasta Dinamarca. Allí se quedó con Tara, la hija de Hakon, siete medios años.
Brýnhild no quiso sobrevivir a Sígurd. Hizo matar a sus ocho esclavos y sus cinco siervas. Luego se mató con una espada, así como se cuenta en El Cantar Breve de Sígurd.

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