I

(LAS MANZANAS DE IDUN)

Hay un hombre llamado Aegir o Hlér: vivía en la isla que ahora se llama Hlésey. Era un mago experto. Viajó al Ásgard, pero cuando los Aesir supieron de su viaje, le recibieron bien, aunque le provocaron muchas alucinaciones. Y por la tarde, cuando iban a beber, Odín ordenó traer al palacio espadas, y eran tan brillantes que no hubo otra luz mientras estuvieron bebiendo. Entonces fueron los Aesir a su banquete y se sentaron en sus tronos doce Aesir para juzgar, y se llamaban así: Thor, Njörd, Frey, Týr, Heimdall, Bragi, Vídar, Váli, Ull, Hoenir, Forseti, Loki: igualmente las Aesirinas: Frigg, Freyja, Gefjun, Idun, Gerd, Sigyn, Fulla y Nanna. A Aegir le pareció un soberbio espectáculo. Todas las paredes estaban cubiertas con hermosos escudos: también se emborracharon con hidromiel, y bebieron mucho. El que estaba sentado junto Aegir era Bragi, y compartieron la bebida y la charla; Bragi le contó a Aegir muchas cosas que habían acaecido a los Aesir.
Empezó contando que tres Aesir, Odín y Loki y Hoenir, marcharon de casa y fueron por montes y desiertos, y tenían poco que comer. Pero al llegar a un valle ven un rebaño de bueyes, y cogen un buey y lo ponen a cocer. Pero cuando piensan que debe estar ya cocido, abren el hoyo de cocer pasado un rato: y no estaba cocido. Y discuten entonces entre sí a qué se puede deber. Entonces oyen hablar a alguien en un roble, encima de ellos, diciendo que sabía por qué no se cocía en el hoyo. Miraron y vieron un águila, nada pequeña.
Entonces dijo el águila:
“Si me dais del buey para que me pueda saciar, podrá cocerse en el hoyo”.
Aceptan; entonces desciende del árbol y se sienta junto al hoyo y coge los dos muslos del buey y los dos lomos. Entonces Loki se enfadó y cogió un gran p’alo, lo levanta con toda su fuerza y golpea al águila en el cuerpo. El águila hizo un brusco movimiento al recibir el golpe, y alza el vuelo; el palo estaba sujeto al cuerpo del águila, y el otro extremo lo agarraban las manos de Loki. El águila vuela tan alto que los pies de Loki tropiezan con las piedras y los cantos y los árboles, y cree que se le van a separar los brazos de los hombros. Grita y pide desaforadamente tregua al águila, pero ésta dice a Loki que no quedará libre nunca a menos que le dé su juramento de que hará salir a Idun del Ásgard con sus manzanas; y Loki lo acepta. Queda suelto entonces y va con sus compañeros, y no hay más cosas que contar de su viaje hasta que llegan a casa.
Y a la hora convenida, Loki atrae a Idun fuera del Ásgard, a un bosque, diciendo que ha encontrado unas manzanas que le habrán de parecer magnificas, y le pidió que llevara consigo sus manzanas para compararlas con las otras. Entonces llega allí el gigante Thjazi en figura de águila, y toma a Idun y se la lleva volando a su casa en el Thrymheim.
Y los Aesir se preocuparon por la desaparición de Idun, y pronto se volvieron canosos y viejos. Entonces los Aesir se reunieron en asamblea, y se preguntan unos a otros quién había sabido de Idun por última vez. Y se supo por fin que había salido del Ásgard con Loki. Entonces cogieron a Loki y lo llevaron al thing, y se le amenazó con matarle o torturarle. Se asustó y dijo que buscaría a Idun en el Jötunheim si Freyja le prestaba la piel de halcón que ella tenía. Y cuando le dan la piel de halcón vuela hacia el norte, hacia el Jötunheim, y llega un día a casa del gigante Thjazi: había ido a remar al mar, e Idun estaba sola en casa. La convirtió en una nuez y la cogió entre las garra, y vuela todo lo deprisa que puede. Y cuando Thjazi llegó a casa y echa en falta a Idun, toma horma de águila y vuela tras Loki, y sonaba el viento entre sus alas al volar. Y cuando los Aesir vieron que el halcón venía volando con la nuez, y por dónde volaba el águila, bajaron al Ásgard y llevaron allí montones de virutas, y cuando el halcón entró volando en la fortaleza se dejó caer junto a la muralla: entonces los Aesir prendieron fuego a las virutas, y el águila no pudo detenerse al no poder alcanzar al halcón: el fuego prendió entonces en las plumas del águila, y no pudo seguir volando. Entonces los Aesir se acercaron y mataron al gigante Thjazi dentro de los lindes del Ásgard, y este combate alcanzó gran fama.
Pero Skadi, la hija del gigante Thjazi, tomó yelmo y coraza y todas sus armas, y va al Ásgard para vengara su padre. Y los Aesir le ofrecieron reconciliación y compensación: en primer lugar, que elija un hombre entre los Aesir viéndoles sólo las piernas y ninguna otra cosa. Entonces vio las piernas de un hombre, que eran extraordinariamente bellas, y dijo: “Este elijo: pocas cosas feas puede haber en Baldr”. Pero era Njörd de Nóatún.
También era parte del acuerdo de conciliación que los Aesir harían lo que ella creía imposible, que era hacerla reír. Entonces, Loki ató una cuerda a la barba de una cabra, y el otro extremo a su escroto, y cedía poco a poco y chillaban los dos muy fuerte. Luego Loki se dejó caer en el regazo de Skadi, y ella rió. Así se consiguió la reconciliación de los Aesir con Skadi.
Se dice que Odín, como castigo, tomó los ojos de Thjazi y los lanzó al cielo, y de ellos hizo dos estrellas.
Entonces dijo Aegir:
“Pienso que Thjazi fue realmente importante. ¿Y de qué linaje era?”
Bragi responde:
“Ólvaldi se llamaba su padre, y te parecería portentoso lo que te dijera de él: tenía muchísimo oro, y cuando murió y sus hijos habían de repartir la herencia, midieron el oro que habían de dividir. Y cada uno habría de tomar un bocado entero, y todos ellos a misma cantidad. Uno de ellos era Thjazi, el segundo Idi, el tercero Gang. Y acostumbrados a llamar al oro el bocado de estos gigantes, y de este modo oscurecemos las runas o la poesía al llamar “habla” o “palabra” o “cuento” de estos gigantes”.
Entonces dijo Aegir:
“Me parecen bien oscurecidas las runas”.

II

(ORIGENES DE LA POESIA)

Y aún dijo Aegir:
“¿De dónde ha surgido esa práctica que llamáis poesía?”
Bragi responde:
“El comienzo de esto es que los dioses estaban en guerra con la gente que llaman Vanir. E hicieron un tratado de paz y estipularon una tregua de esta manera: uno de cada bando fue a un cántaro y escupieron dentro. Y al separarse, los dioses no quisieron que se perdiera esa señal de la tregua y crearon con ella un hombre que se llama Kvásir; es tan sabio que nadie puede preguntarle cosa alguna que no sepa responder. Viajó mucho por el mundo para enseñar a los hombres la ciencia, y cuando fue a alojarse con unos gnomos, Fjalar y Galar, le llamaron a una conversación privada y le mataron, dejaron correr su sangre en dos cántaros y un caldero, que se llama Ódrörir, y los cántaros se llaman Són y Bodn. Mezclaron miel con la sangre, y de ello surgió el hidromiel, y quien bebe de él se vuelve poeta o sabio. Los enanos dijeron a los Aesir que Kvásir se había ahogado en inteligencia, porque no había nadie tan sabio que pudiera preguntarle cosas.
Entonces los gnomos invitaron al gigante llamado Gilling y a su mujer. Los enanos invitaron a Gilling a ir al mar con ellos a remar. Y cuando iban junto a la costa chocaron con un escollo, y el barco volcó. Gilling no sabía nadar y se ahogó, pero los enanos dieron la vuelta a su barco y llegaron a tierra remando. Le dijeron a la mujer este suceso, y ella sufrió y lloró fuertemente. Entonces Fjalar le preguntó si se sentiría más consolada saliendo al mar a donde él se había ahogado. Así quiso hacerlo. Entonces Fjalar le dijo a su hermano Galar que fuera ante la puerta cuando saliera, y le dejara caer una piedra de molino sobre la cabeza, diciendo que estaba harto de sus gritos: y así lo hizo éste. Cuando supo esto Suttung, hijo del hermano de Gilling, fue allí, cogió a los enanos y los llevó mar adentro, poniéndolos sobre un escollo que quedaba cubierto en marea alta. Piden a Suttung que les perdone la vida, y le ofrecen, como compensación por su primo, el precioso hidromiel, y así se reconcilia con ellos. Suttung se lleva el hidromiel a casa y lo oculta en el monte llamado Hnitbjörg, y pone como vigilante a su hija Gunnlöd.
Por esto llamamos a la poesía sangre de Kvásir o bebida de los enanos o contenido, o cualquier clase de líquido sea de Ódreri o de Bodn o Són, o nave de los enanos, porque el hidromiel les sacó indemnes del escollo, o hidromiel de Suttung, o licor de Hnitbjörg”.
Entonces dijo Aegir:
“Muy oscuro me parece llamar a la poesía con estos nombres. Pero, ¿cómo consiguieron los Aesir el hidromiel de Suttung?”
Bragi responde:
“La historia cuenta que Odín marchó de casa y llegó a un lugar donde nueve siervos segaban el heno. Pregunta si querían que les afilara las hoces y ellos aceptan. Entonces coge una afiladera que llevaba en el cinto y enseguida les pareció que las hoces cortaban mucho mejor, y quisieron comprar la afiladera. Y él dijo que la vendería al que diera un precio justo. Y todos dijeron que la querían, y pidieron que se la vendiera. Y él lanzó la afiladera al aire, y como todos quisieron cogerla, se enzarzaron de tal forma que se cortaron el cuello unos a otros.
Odín pidió albergar al gigante llamado Baugi, hermano de Suttung. Baugi dijo que andaba mal de dinero, y dijo que sus nueve siervos se habían matado y que no sabía dónde encontrar braceros. Y Odín le dijo que se llamaba Bölverk, ofreció hacer el trabajo de nueve hombres para Baugi, y afirmó que a cambio quería un trago de hidromiel de Suttung. Baugi dijo que él no podía disponer del hidromiel, dijo que Suttung quería tenerlo para él solo, pero que irían él y Bölverk a intentar conseguir el hidromiel. Bölverk hizo ese verano la labor de nueve hombres para Baugi, y en invierno le pidió la paga. Entonces van los dos a casa de Suttung. Baugi le cuenta a su hermano el trato con Bölverk. Pero Suttung rehúsa rotundamente dar una sola gota de hidromiel. Entonces Bölverk le dijo a Baugi que deberían intentar algún ardid si querían conseguirlo, y Baugi está conforme. Entonces Bölverk trajo la barrena que llaman Rati, y dijo que Baugi habría de perforar la montaña para ver si la barrena cortaba: así lo hace. Entonces dice Baugi que ya ha perforado la montaña. Pero Bölverk sopla en el agujero de la barrena, y le saltaron briznas. Entonces descubrió que Baugi le quería engañar, y le pidió que perforara la montaña. Baugi siguió perforando. Y cuando Bölverk sopló por segunda vez, las briznas se metieron dentro. Entonces Bölverk tomó apariencia de serpiente y se deslizó por el agujero de la barrena. Pero Baugi le lanzó la barrena, fallando el golpe. Bölverk fue hasta donde estaba Gunnlöd y se acostó con ella tres noches, y entonces ella le `permitió beber tres tragos de hidromiel. Al primer trago se bebió todo Ódreri, en el segundo Bodn y en el tercero Són, y acabó todo el hidromiel. Entonces adoptó la figura de un águila y voló lo más deprisa que pudo. Pero cuando Suttung vio volar el águila adoptó también figura de águila y voló tras él. Y cuando los Aesir vieron por dónde volaba Odín, sacaron su cántaro al patio, y cuando Odín entró en el Ásgard escupió el hidromiel en el cántaro. Pero Suttung había estado tan a punto de cogerle, que echó por detrás algo de hidromiel, y éste no se recogió: lo puede tomar quien quiera, y lo llamamos la ración de los poetastros. Y el hidromiel de Suttung lo dio Odín a los Aesir y a los hombres que saben componer poemas. Por eso llamamos a la poesía el botín de Odín, o su bebida o su regalo, o la bebida de los Aesir”.

III

(THOR Y HRUNGNIR)

Bragi le dijo a Aegir que Thor había ido a Oriente a matar trolls. Y Odín fue, montando Sleipnir, al Jötunheim, y llegó asta el gigante que se llamaba Hrungnir. Entonces pregunta Hrungnir quién era ese hombre con yelmo de oro que cabalgaba por el aire y el mar, y dice que tiene un caballo extraordinariamente bueno. Odín dijo que apostaría su cabeza a que no había un caballo igual en el Jötunheim. Hrungnir dice que ése es un buen caballo, pero que él mismo tenía un caballo de patas mucho más ligeras, “que se llama Gullfaxi”. Hrungnir se irritó y, saltando sobre su caballo, corre detrás de Odín, queriendo hacerle pagar su osadía. Odín corría tan rápido que iba dos colinas por delante, pero Hrungnir estaba en tan grande furor de gigante que no se dio cuenta de que cruzaba los lindes de Ásgard. Y cuando llegó a las puertas del palacio de los Aesir le ofrecieron de beber, así entró en el palacio. Tomaron entonces las copas  en las que solía beber Thor, y Hrungnir las bebió todas a grades tragos. Y cuando estuvo bebido no escatimó jactancia, dijo que levantaría el Valhalla y lo llevaría al Jötunheim, que iría al Ásgard y mataría a todos los dioses excepto a Freyja y Sif, que se las llevaría consigo. Y Freyja empezó entonces a escanciarle, y él dijo que se bebería toda la cerveza de los Aesir. Y cuando los Aesir se cansaron de fanfarronadas, nombraron a Thor. Enseguida vino Thor al palacio y alzó en el aire el martillo, enfadadísimo, y pregunta quién ha aconsejado que los sabios gigantes beban allí, o quién ha dado tregua a Hrungnir en el Valhalla, o por qué le estaba escanciando Freyja en la fiesta de los Aesir. Entonces responde Hrungnir mirando a Thor con ojos poco amistoso, dijo que Odín le había invitado a beber y que estaba en paz con él. Entonces dijo Tho4r que Hrungnir se arrepentiría de la invitación antes de salir de allí. Hrungnir dice que Ásathor será poco valeroso si le mata desarmado, que sería una gran muestra de valor que osara luchar con él en las fronteras, en Grjótúnargardir. “Y ha sido un acto estúpido – dijo – el dejarme en casa mi escudo y mi afiladera. Y si tuviera aquí mis armas nos enfrentaríamos ahora en duelo, y en todo caso te acusaré de cobardía si me matas desarmado.” Thor no quiere de ninguna manera renunciar a combatir con él en lucha singular, ya que le había retado a duelo, pues nunca nadie lo había hecho antes. Entonces Hrungnir se fue por su camino corriendo muchísimo, hasta que llegó al Jötunheim, y los gigantes supieron su viaje y que había acordado un enfrentamiento con Thor; los gigantes pensaban que se jugaban mucho en quién fuera el vencedor. Temían a Thor si Hrungnir moría, porque era el más fuerte.
Entonces los gigantes hicieron un hombre de barro en Grjótúnargardir, que tenía nueve rastas de alto y tres de ancho por debajo de los brazos; pero no consiguieron un corazón suficientemente grande que le conviniera, hasta que lo sacaron de una yegua, y aún no se lo habían fijado cuando llegó Thor. Hrungnir tiene un corazón famoso, de dura piedra y terminado en tres cuernos, como se hizo a su imagen la letra rúnica que se llama Hrungnishjarta. De piedra era también su cabeza. Su escudo era asimismo de piedra, ancho y grueso, y tenía el escudo ante sí mientras estaba en Grjótúnargardir esperando a Thor, y tenía como arma una afiladera, y la llevaba sobre el hombro, y no era agradable de ver. A su lado tenía al gigante de barro que se llama Mökkurkálfi y estaba muy atemorizado. Se dice que se meó al ver a Thor.
Thor fue al duelo, y con él Thjálfi. Entonces Thjálfi avanzó corriendo hasta donde estaba Hrungnir y le dijo: “Eres un imprudente, gigante, tienes el escudo ante ti, pero Thor te ha visto y viene bajo tierra, y llegará debajo de ti.” Entonces Hrungnir empujó el escudo bajo sus pies y se puso encima de él y blandía afiladera con ambas manos. Enseguida vio relámpagos y oyó grandes truenos: vio entonces a Thor en su furia de Aesir, que avanzaba rápidamente y agitaba el martillo, y lo lanzó desde gran distancia contra Hrungnir. Hrungnir levanta a afiladera con as dos manos y se la lanza a su vez: la afiladera choca con el martillo en vuelo y se rompe en trozos: una parte cae en tierra, y de ahí vienen todas las canteras de esteatita. Otra parte cayó sobre la cabeza de Thor de forma que le hizo caer a tierra. Pero el martillo Mjöllnir alcanzó el centro de la cabezada Hrungnir y quebró el cráneo en pequeños fragmentos, y él cayó sobre Thor de modo que su pierna quedó sobre el cuello de Thor. Y Thjálfi luchó contra Mökkurkálfi, quien cayó en poca fama.
Entonces Thjálfi se acercó a Thor y quiso quitarle la pierna de Hrungnir, y no hubo manera. Entonces vinieron los Aesir cuando supieron que Thor había caído, quisieron quitar la pierna, pero no lo consiguieron. Entonces llegó Magni, hijo de Thor y Járnsaxa, que tenía tres noche de edad: le quitó la pierna de Hrungnir a Thor, y dijo: “Es lástima, padre, que haya llegado ya tan tarde. Creo que a este gigante le habría mandado al infierno con mis puños, si me hubiera enfrentado a él”. Entonces Thor se levantó y acogió amablemente a su hijo, y dijo que llegaría a ser gran hombre. “Y quiero  -dijo- darte el caballo Gullfaxi”, que había sido de Hrungnir. Entonces habló Odín, y dijo que Thor había hecho mal dándole el buen caballo a su hijo gigante, en vez de a su padre.
Thor se fue a casa a Thrúdvangar, y llevaba aún la afiladera en la cabeza. Entonces fue a la adivina que llamaba Gróa, mujer de Aurvandil el valiente. Ella cantó sus conjuros para Thor, para que se librara de la afiladera. Y cuando Thor se dio cuenta de que se iba a librar de la afiladera, quiso recompensar a Gróa por la curación, y para divertirla le contó que había vadeado el río Elivágir y que Aurvandil había llevado sobre su espalda la caja desde el norte, desde el Jötunheim, y que como uno de sus dedos del pie había quedado fuera de la caja y se había helado, Thor se lo arrancó y lo lanzó al cielo y de él hizo la estrella que se llama Aurvandilstá. Thor dijo que no pasaría mucho tiempo antes de que Aurvandil volviera a casa. Y Gróa se alegró tanto que no quiso hacer más conjuros, y la afiladera no se soltó y sigue en a cabeza de Thor. Y por eso se advierta que no hay que tirar las afiladeras, porque entonces la afiladera se mueve en la cabeza de Thor.
Siguiendo esta historia, Thjódolf el de Hyn, compuso el Haustlöng.

IV

(THOR Y GEIRRÖD)

Entonces dijo Aegir:
“Muy importante pienso que fue Hrungnir. ¿Hizo Thor aún otras hazañas enfrentándose a los trolls?”
Entonces responde Bragi:
“Grandes historias se han hecho del viaje de Thor a casa de Geirröd: entonces no llevaba el martillo Mjöllnir ni el cinturón de fuerza, ni los guantes de hierro, y Loki fue la causa de ello; fue con él. Porque le había sucedido a Loki que una vez voló por diversión con la figura de halcón de Freyja, y voló por curiosidad hasta la casa de Geirröd y vio allí un gran palacio, se posó y miró por una lucerna. Pero Geirröd miró hacia él y dijo que cogieran el pájaro y se lo trajeran. Pero el enviado subía a duras penas por la pared del palacio, por lo alto que éste era; le pareció bien a Loki que intentara llegar hasta él con tanto esfuerzo, y decidió no alzar el vuelo hasta que hubiese pasado toda la dificultad. Y cuando el hombre se le acercó, mueve las alas y da una patada fuerte, pero las patas se le quedaron sujetas. Tomaron a Loki con las manos y lo llevaron ante el gigante Geirröd. Y cuando le vio los ojos, sospechó que había de tratarse de un hombre, y le preguntó, pero Loki callaba. Entonces Geirröd metió a Loki en una caja y le hizo pasar hambre durante tres meses. Y cuando Geirröd le levantó y le pidió que hablara, Loki dijo quien era, y para salvar la vida, le juró a Geirröd que haría venir a Thor a casa de Geirröd sin llevar consigo ni el martillo ni el cinturón de fuerza.
Thor llegó a alojarse con la giganta llamada Gríd; era madre de Vídar e taciturno. Le dijo a Thor la verdad sobre Geirröd, que era un troll enormemente sabio y de difícil trato. Le prestó un cinturón de fuerza y unos guantes de hierro que ella tenía, y su bastón, que se llama Grídarvöll.
Entonces fue Thor hasta el río que se llama Vimur, que es un gran río. Allí ciñó su cinturón de fuerza y se apoyó, mirando aguas abajo, en Grídarvöll, y Loki se sujetó el cinturón de fuerza. Y cuando Thor legó a la mitad del río éste creció tanto que rompía sobre sus hombros. Entonces dijo Thor esto:

“Creces ahora, Vimur,
cuando te he de cruzar
hacia tierra de trolls:
sabes que si creces
crece mi fuerza de Aesir,
llegará hasta el cielo.”

Entonces Thor ve más arriba unas rocas a Gjálp, hija de Geirröd, que estaba con una pierna en cada orilla del río y hacía que creciera. Entonces Thor levantó del río una gran piedra y la lanzó contra ella, y habló así: “Hay que rebalsar ya en el hontanar”. No dejó de acertar en el lugar al que había apuntado. Y en el mismo momento, llegó a la orilla y se asió a un serbal y salió así del río. Por eso existe el dicho de que el serbal es la salvación de Thor.
Y cuando Thor llegó donde Geirröd, a él y a su compañero les indicaron primero la cabrería para alojarse, y para sentarse había sólo un taburete, y allí se sentó Thor. Entonces se dio cuenta d que el taburete subía con él hacia el techo. Empujó con Grídarvöll contra un cabrio y se aplastó pesadamente en el taburete; hubo un gran estruendo seguido por gran griterío. Bajo el taburete estaban las hijas de Geirröd, Gjálp y Greip, y les había roto el espinazo a las dos. Entonces Geirröd hizo llamar a Thor al palacio para jugar. Había grandes fogatas de un lado a otro del palacio. Y cuando Thor entró y fue hacia Geirröd, Geirröd tomó con las tenazas un hierro al rojo y lo lanza contra Thor. Pero Thor lo cogió a su vez con los guantes de hierro y lo lanza al aire. Y Geirröd corrió bajo una columna de hierro para guarecerse. Thor lanzó el trozo de hierro y atravesó la columna y atravesó a Geirröd y atravesó la pared y llegó bajo tierra.
Siguiendo esta historia compuso Eilíf Gudrúnarson el Thórsdrápa.

V

(LOS TESOROS DE LOS AESIR)

“¿Por qué se llama al oro cabello de Sif?”
“Resulta que Loki, el hijo de Laufey, le había cortado aviesamente too el pelo a Sif. Y cuando Thor se enteró, cogió a Loki y le quería romper  todos los huesos, hasta que prometió que conseguiría de los Elfos negros que le hicieran una cabellera a Sif, toda de oro, que crecería como cualquier cabello. Después de esto, Loki fue a los enanos que llaman hijos de Ívalldi, e hicieron la cabellera y el Skídbladnir y el venablo que tenía Odín, que se llama Gungnir. Entonces Loki apostó su cabeza con el enano llamado Brokk, a que el hermano de éste, Eitri, haría tres tesoros tan buenos como éstos. Y cuando llegaron a la forja, Eitri puso un fuelle en la fragua y ordenó a Brokk que soplara y que no se detuviera hasta que sacara de la fragua lo que había metido. Y cuando hubo salido de la forja mientras el otro soplaba, se posó una mosca en su mano, y le picó. Pero siguió soplando hasta que el herrero sacó de la fragua un jabalí, que tenía las cerdas de oro.
Después colocó oro en la fragua y le dijo que soplara, y que no parase de soplar hasta que volviera: se marchó. Y entonces vino una mosca y se posó en el cuello y le picó ahora el doble de fuerte. Pero siguió soplando hasta que el herrero sacó de la fragua el anillo de oro que se llama Draupnir.
Entonces puso hierro en la fragua y le mandó que soplara, y dijo que no serviría de nada si dejaba de soplar. Entonces se e posa la mosca entre los ojos y le picó en los párpados. Y como le cayó sangre e los ojos de forma que no veía, levantó las manos rápidamente, dejando el fuelle, y espantó la mosca, y entonces vino el herrero y dijo que había estado a punto de perderse todo lo que había en la fragua. Entonces sacó de la fragua un martillo, le dio todos los objetos a su hermano Brokk y le pidió que le acompañara al Ásgard a cobrar la apuesta.
Y cuando Loki y ellos presentaron los objetos, los Aesir se sentaron en sus tronos para juzgar, y la decisión debía ser tal como dijeran Odín, Thor, Frey. Entonces Loki le dijo a Odín el venablo Gungnir, a Thor la cabellera que había de ser de Sif, y a Frey Skídbladnir, y explicó todos los objetos: que la lanza nunca se detendría, que la cabellera se uniría a la carne cuando la pusieran en la cabeza de Sif, que Skídbladnir tendría viento favorable cuando izara la vela al viento, fuera a donde fuera, y que se podía plegar como un pañuelo y tenerlo en el bolsillo si se quería. Entonces Brokk presentó sus tres objetos. Y le dio a Odín el anillo y dijo que cada nueve noches gotearían de él ocho anillos del mismo peso que él; y a Frey le dio el jabalí y dijo que correría por el aire y el agua día y noche más deprisa que cualquier caballo, y que nunca se oscurecería ni de noche ni en sitios oscuras, tanto que brillaría magníficamente al marchar: tanto brillaban sus cerdas. Entonces le dio a Thor el martillo y dijo que podría golpear tan fuertemente como quisiera cualquier cosa, y que el martillo no se partiría, y que si lo lanzaba nunca fallaría, y nunca volaría tan lejos que no pudiera recogerlo: y si quería, se podía hacer tan pequeño que lo podría llevar en la camisa. Pero había un defecto, que el mango era algo corto.
El juicio fue que el martillo era el mejor de todos los objetos, y muy útil contra los trolls de la escarcha y el veredicto fue que el enano había ganado la apuesta. Entonces Loki pidió salvar la cabeza. El enano respondió diciendo que de ello no había esperanza. “¡Cógeme entonces!”  -dijo Loki. Y cuando quiso cogerle estaba lejísimos. Loki tenía unos zapatos con los que podía correr por el aire y el agua. Entonces el enano pidió a Thor que se lo cogiera, y así lo hizo. Entonces quiso el enano cortarle la cabeza a Loki, pero Loki dijo que podía coger la cabeza, pero no el cuello. El enano tomó una correa y un cuchillo y quiso hacer un agujero en los labios de Loki, y quería coserle la boca, pero el cuchillo no cortaba. Entonces dijo que ojalá estuvieran allí su hermano el búho, y le mordió en los labios. Se los cosió, pero Loki rompió la correa. Esta correa con la que se le cosió la boca a Loki se llama Vartari.”

VI

(LA COMPENSACIÓN DE LA NUTRIA)

“¿Cuál es la causa de que se llame al oro compensación de la nutria?”
“Se dice que los Aesir, Odín y Loki y Haenir, fueron a explorar todos los mundos, llegaron a un río y fueron siguiéndolo hasta una cascada, y junto a la cascada había una nutria que había cogido un salmón y se lo comía con los ojos cerrados. Entonces Loki cogió una piedra y la lanzó contra la cabeza de l nutria. Loki se jactó de haber cazado de un solo golpe una nutria y un salmón. Cogieron entonces al salmón y a l nutria y los llevaron consigo: y llegaron a una alquería y entraron. Y el que allí vivía se llama Hreidmar; era muy importante, y un gran jefe. Los Aesir pidieron que los albergara allí esa noche, y dijeron que llevaban consigo comida suficiente, y enseñaron al hombre sus piezas. Y cuando Hreidmar vio la nutria llamó a sus hijos, Fáfnir y Regin, y dice que Nutria, su hermano, había sido muerto, y también quienes lo habían hecho. Van ahora padre e hijos hacia los Aesir y les cogen las manos y los atan y dicen que la nutria era hijo de Hreidmar. Los Aesir ofrecen un rescate por sus vidas, tanto dinero como el mismo Hreidmar señalara, así se reconciliaron y lo afianzaron con juramentos. Entonces despellejaron a la nutria, Hreidmar cogió la piel y les dijo que habrían de llenarla con oro rojo y luego cubrirla por completo. Y esa sería su compensación. Entonces Odín envió a Loki al mundo de los Elfo negros, y llegó a casa del enano que se llamaba Andvari, era un pez en el agua, y Loki le cogió con las manos y le impuso como rescate por su vida todo el oro que tenía en su casa de roca. Y cuando entran en la casa de roca el enano presentó todo el oro que tenía y que era muchísimo dinero. Entonces el enano esconde rápidamente en la mano un pequeño brazalete; Loki lo vio y le ordenó dejarlo. El enano le pidió que no le quitara el brazalete y dijo que podría conseguir todo el dinero que valía, si lo conservaba. Loki dijo que no le habría de quedar un solo penique, y le quitó el brazalete y salió. Pero el enano dijo que el brazalete causaría la muerte de quien lo poseyera. Loki respondió que le parecía bien, y que se podrían salvar a condición de que les llevara a los oídos lo que habían recibido.
Se marchó y llegó a casa de Hreidmar y le mostró el oro a Odín. Y cuando éste vio el brazalete, le pareció bello y lo apartó del dinero y le pagó a Hreidmar con el oro que llenó a piel de la nutria lo más que pudo, y la levantó cuando estuvo llena. Fue entonces Odín a cubrir la piel con oro y entonces le dijo a Hreidmar que viera si la piel estaba toda cubierta. Hreidmar miró y observó atentamente, y vio un pelo del bigote descubierto y mandó que lo cubrieran pues de ningún otro modo se reconciliarían. Entonces Odín sacó el brazalete y tapó el pelo del bigote y dijo que habían pagado la compensación por la nutria. Y cuando Odín había cogido su lanza y Loki sus zapatos y ya no tenían nada que temer, entonces dijo Loki que se haría lo que Andvari había dicho, que ese brazalete y ese oro serían la muerte de quien lo poseyera. Y así sucedió. Ahora se dice de todo el oro que se llama tributo de la nutria o pago de los Aesir, o metal precioso de la discordia.

FIN DEL SKÁLDSKAPARMÁL