los dichos de Fjölsvinn

(Fjölsvinnsmál)

 

1          Allá    divisó           detrás  de   la   cerca
la   alta   mansión  de   los   gigantes 1

Fjölsvinn2    dijo:

« ¿Que engendro es ese         que  está ante  la cerca
y  sus  llamas voraces ronda?3

2          ¿A   quien   vienes   tú,          a  quien,   buscando
o  en   busca   de  que,  desdichado?
Anda  y  regresa         a  las  húmedas sendas4 ,
que   aquí  no  se  admiten  mendigos! »

Svípdag dijo:

3          «¿Que engendro es  ese         que  esta   tras  la  cerca y   fuera  al   viajero       deja?»

Fjölsvinn  dijo:

«No   eres   tú   quién para   hacerte  honores.
¡Márchate  y   vete    a   tu   casa!

4          Me  llamo  yo  Fjölsvinn        y  sabio   soy,
más   poco   a  nadie  convido.
¡Nunca  esta   cerca    podrás  pasar!
¡Sigue  de   largo,  proscrito! »

Svípdag dijo:

5          «Allá  donde  el  ojo       lo  hermoso  vio,
allá  llegar    se   desea:
refulgente de  oro       esa  sala   veo.
¡Bien   para   mi  la  querría! »

Fjölsvinn dijo:

6          «Dime de quién, muchacho, naciste
o hijo de quién eres tú.»

Svípdag dijo:
«Me llamo yo Víndkald5, Várkald mi padre
y Fiólkald su padre fue.

7          Ahora respuesta,         Fjölsvinn, darás
a esto que   quiero saber:
¿Quién es aquí    quien manda y dispone
en riquezas          y hermosas salas?»

Fjölsvinn dijo:

8          «Ménglod6  se  llama, de   su   madre  nacida
y  del   hijo   que   fue   de   Svafrtorin:7
ella es  aquí    quien  manda  y  dispone
en  riquezas  y   hermosas salas.»

Svípdag dijo:

9          «Ahora respuesta,       Fjölsvinn, darás
a  esto   que   quiero saber:
¿Como esta   verja      -la más   peligrosa
que  viose  entre dioses- se  llama? »

Fjölsvinn  dijo:

10        «Trymgiol8   se llama, obra que  hicieron
los  hijos   tres  de  Solblindi9;
por   firme cadena      trabado  queda
quien  de  su  enganche  la  alza.»

Svípdag dijo:

11        «Ahora respuesta,       Fjölsvinn, darás
A esto que quiero saber:
¿Cómo esta tapia10       -la más peligrosa
Que viose entre Dioses- se llama»

Fjölsvinn dijo:

12        «Gastrópnir11 se llama            y  hecha  por  mi
con  los  miembros esta   de  Leirbrímir12 ;
mucho la tengo    bien reforzada
que ella por siempre resista»

Svípdag dijo:

13        «Ahora  respuesta,      Fjölsvinn,  darás
a esto que quiero saber:
Como  esos perros,     rabiosos, se  llaman
que corren  en  torno  al recinto?»

Fjölsvinn  dijo:

14        «Gif13   el  primero     -si quieres  saberlo-
y Geri14 el segundo se llaman;
por  ellos  guardadas las  once15  estarán
hasta el día en que caigan los dioses.»

Svípdag dijo:

15        «Ahora  respuesta,      Fjölsvinn,  darás
a esto que quiero saber:
Se podría que un hombre       lograse entrar
mientras  duermen  los  canes  feroces? »

Fjölsvinn dijo:

16        «Con  sueño cambiado           aquí  se les  tiene
desde que están de guardianes:
duerme el uno de noche,        de día el otro,
que  nadie que venga entre.»

Svípdag  dijo:

17        «Ahora respuesta, Fjölsvinn, darás
a esto que quiero saber:
¿Bocado no hay que echárseles pueda
para pasar mientras comen?»

Fjölsvinn  dijo:

18        «Dos de Vidófnir16    -si quieres saberlo-
trozos de ala se sacan:
no otro  bocado          echárseles  puede
para pasar mientras  comen.»

Svípdag dijo:

19        «Ahora   respuesta,     Fjölsvinn,   darás
a esto que  quiero  saber:
¿Como,  anchuroso,    el  arbol  se llama
que  todas  las  tierras  cobija?17»

Fjölsvinn  dijo:

20        «Mimameid18  se  llama;         por  nadie  sabido
de cuales raíces  arranca;
derribarlo  podrá         lo que  mal se imagina,
ni fuego ni hierro  lo dañan.»

Svípdag  dijo:

21        «Ahora  respuesta,      Fjölsvinn,  darás
a esto que quiero  saber:
¿Como aprovecha       ese arbol  glorioso
que ni fuego ni hierro dañan? »

Fjölsvinn dijo:

22        «De  sus bayas tome18            pasadas por  fuego
mujer que su mal padezca:
lo que  dentro  guardaba        afuera  echará
por la fuerza y poder que el tiene.»

Svípdag dijo:

23        «Ahora   respuesta,     Fjölsvinn, darás
a esto  que  quiero  saber:
Como ese  gallo,         el  de  oro,  se  llama
que  arriba  en el arbol  brilla? »

Fjölsvinn dijo:

24        « Vidófnir se  llama    el  que  esta  reluciente
en  las  ramas  del  Mimameid;
mucho  el pone           constante pesar
en  Surt   y  Sinmara20 .»

Svípdag  dijo:

25        «Ahora   respuesta,     Fjölsvinn, darás
a  esto  que  quiero   saber:
¿Arma no  hay            que  a Vidófnir mate
y a la sala lo arroje de Hel?21 »

Fjölsvinn dijo:

26        «Levatéin22 con runas Lopt23 la grabó
abajo a la verja Nágrind24:
en cofre de hierro Sinmara la guarda,
allá bajo cierres nueve.»

Svípdag dijo:

27        «Ahora respuesta, Fjölsvinn, darás
a esto que quiero saber:
¿Regresar podrá quien en marcha se ponga
y vaya a buscar esa rama?»

Fjölsvinn dijo:

28        «Regresar  podrá        quien   en  marcha   se  ponga
y  vaya  a  buscar   esa  rama,
si  aquello   le  lleva que pocos poseen
a la Eir  del luciente limo25

Svípdag   dijo:

29        «Ahora respuesta,       Fjölsvinn, darás
a esto  que  quiero saber:
¿Preciosa los  hombres           que  cosa  tendrán
que  a  la  pálida   giganta26   contente? »

Fjölsvinn dijo:

30        «Mete   en  la  caja     la  clara  guadaña
que  tiene  en  sus  muslos Vidófnir27
después   solamente    que  esto  le  lleves
te  dará  Sinmara  aquel   arma.»

Svípdag  dijo:

31        «Ahora  respuesta,      Fjölsvinn, darás
a esto  que  quiero saber:
¿Como  se  llama        la  sala  cercada,
seguras,  de  inquietas  llamas?28»

Fjölsvinn dijo:

32        «Hyr es su nombre; por siempre oscilante
en la punta estará de la lanza29;
de la rica morada -sólo de oídas-
cosas antiguas se cuentan.»

Svípdag dijo:

33        «Ahora respuesta, Fjölsvinn, darás
a esto que quiero saber:
¿Quiénes hicieron aquella que yo
tras la cerca vi. de los ases?30»

Fjölsvinn dijo:

34        «Uni e Iri, Ori y Bari,
Var y Vegdrásil,
Dori y Uri, Délling, Átvard,
Lidskialf y Loki31

Svípdag dijo:

35        «Ahora respuesta, Fjölsvinn, darás
a esto que quiero saber:
¿ Cómo se llama la alta montaña
en que está la muchacha gloriosa?»

Fjölsvinn dijo:

36        Lyfiaberg32 se llama, de siempre que fue
en dolencias y llagas alivio:
sanará la mujer que hasta arriba la suba,
aunque mal de vejez. padezca.»

Svípdag dijo:

37        «Ahora respuesta, Fjölsvinn, darás
a esto que quiero saber:
¿Cómo se llaman las mozas amigas
que a las piernas se sientan de Ménglod?»

Fjölsvinn dijo:

38        «Hlif   la  primera,      otra   Hliftursa,
la   tercera   Tiodvara  se  llama,
Biort   y  Bleik,           Blid,   Frid,
Eir   y   Aurboda33 .»

Svípdag   dijo:

39        «Ahora  respuesta,    Fjölsvinn, darás
A esto que quiero saber:
¿Asisten  ellas,      si el trance lo urge,
A aquellos que bien les ofrendan?

Fjölsvinn dijo:
40        «A  aquellos   asisten que  bien  les  ofrendan
del  ara  en  el  santo   lugar:
de  malos  peligros,     por  grandes   que  sean,
a  todas   las  gentes   libran.»

Svípdag  dijo:

41        «Ahora   respuesta,     Fjölsvinn, darás
a  esto  que  quiero   saber:
¿Que  hombre será      el  que  llegue  a  dormir
en  los  dulces  brazos   de  Ménglod?»

Fjölsvinn dijo:

42        «Hombre  ninguno     a  dormir  llegará
en  los  dulces  brazos   de  Ménglod,
sino  Svípdag  tan  solo,         que  a  el esa  novia,
la  clara  cual  sol,  se  le  guarda. »

43        «¡Abre la  verja           y  déjame  entrar!
A Svípdag tienes delante!
Llégate  ahora             y  pregúntale a  Ménglod
si  quiere  que  goce su  amor.»

44        «Escucha,   oh  Ménglod,      un  hombre   llegó.
¡A  ver  a  tu  huésped   corre!
Se  alegran  los  perros,          adentro él  pasa:
Svípdag   pienso   que   es.»

Ménglod   dijo:

45        «Sagaces los cuervos tus ojos a ti
arriba en la horca te saquen,
si mientes diciendo que aquí a mi sala
de lejos me vino el viajero.»

46        «¿De dónde nos vienes? ¿De dónde nos llegas?
¿Cómo tu gente te llama?
Por tu nombre y familia cierto sabré
si a ti te estoy prometida.»

47        «Svípdag me llamo,    soy hijo de Sólbiart34;
por sendas me echaron de gélidos vientos:
lo que Urd35 dispuso nadie lo cambia,
aunque esté malamente ordenado.»

48        « ¡Se bienvenido!       Logre  mis  deseos;
siga  al  saludo   el  beso.
La  visión  del  amado            de  gozo  llena
a  todo   el que  esta  con  amores.

49        En la buena montaña36 aguardándote siempre
noches y días estuve:
ya se cumplió lo que tanto esperé,
que volvieras, muchacho, a mi sala.

50        Falta   de  ti    por   tu  amor   pené,
como   tu   mis  amores   ansiabas.
¡Jamás  tú  y   yo        -seguro es  eso-
nos  vamos  ya  a  separar! »
 

1 El texto original de estos dos versos iniciales permite varias lecturas diferentes. Nuestra traducción presupone lo siguiente:
El sujeto de la frase es Svípdag, el mismo que en el canto anterior -del que éste es una especie de continuación- se encontraba ante la difícil tarea de lograr los amores de Ménglod. Es la mansión de ésta la que el tal Svípdag –suponemos que tras un azaroso viaje- divisa ahora.

2 Fjölsvinn (o Fjölsvid), «el de muchos saberes», es según Los Dichos de Grímnir, 47 uno de los nombres de Odín. En el presente poema el dios parece ejercer las funciones de vigilante en la mansión de Ménglod.

3 Recuérdese que también la casa de la giganta Gerd estaba guardada por un cerco de fuego semejante (cf. Los Dichos de Skírnir, 8).

4 Las de las altas montañas.

5 «Helado por el viento» (véase estro 47, segundo verso). Es nombre de gigante éste que Svípdag se da, como así también los dos siguientes: Várkald, «helada primavera» y Fiólkald, «el todo helado».

6 ¿Quién es esta Ménglod? Su nombre, «la gozosa en su callan», conviene a la diosa Freya, pero por otra parte, las estrofas 35-40 parecen indicar que se trata de una personificación de fuerzas medicinales. la unión de Svípdag y Ménglod con que culminará el poema tiene en todo caso –como la de Frey y Gerd, en Los Dichos de Skímir– un valor ritual, relacionado probablemente con los cultos de fertilidad.

7 Desconocido. ¿El padre de Njord?

8 «La muy chirriante.»

9 «El cegado por el sol.» Enanos.

10 La muralla o fortificación en torno a la casa.

11 «La que destroza a .los visitantes.»

12 «El Brímir (gigante) de arcilla.»

13 «El espantoso.»

14 «El voraz.»

15 Cf. estro 37 y 38.

16 Un gallo, en las ramas del fresno Yggdrasil (cf. estro 23 y 24).

17 Ni esta pregunta ni las siguientes sobre el, fresno Yggdrasil vienen a cuento en este contexto. Las estrofas 19-24 son ciertamente una interpolación posterior.

18 «El árbol de Mimir», el Yggdrasil.

19 No tiene bayas un fresno. Aunque el texto original es aquí confuso, es evidente que se alude a algún otro árbol, cuyo fruto tiene propiedades curativas para ciertos males de mujer.

20 Surt, el señor del Múspel, es el gigante que incendiará el mundo el día del ocaso final de dioses y hombres. Sinmara, desconocida para nosotros, podría ser su esposa. Impacientes aguardan ambos a que cante el gallo, anunciando (como los otros que se citan en La Visión de la Adivina, 42 y 43) ese día final.

21 La pregunta cobra sentido si entendemos que con esta estrofa se retorna el hilo perdido en la 18. Svípdag sigue inquiriendo sobre el muy dificultoso procedimiento a seguir para llegar a la mansión de Ménglod.

22 «La rama dañina», el arma que podría matar a Vidófnir.

23 Loki

24 «La verja de los cadáveres», en el Hel.

25 Sinmara (?).

26 Sinmara (?).

27 Esto es lo que, corrompido como sin. duda está, dice el texto original. Lo que quiera que sea que Sinmara exige a cambio de Levatéin es, en todo caso, algo de tan difícil consecución que Svípdag renuncia ya a seguir preguntando por ello.

28 La sala de Ménglod (cf. estr. 1).

29 Se ha propuesto sustituir el original broddr «lanza» por bjarg «montaña» queriendo interpretar que se trataría  de una mansión inaccesible, situada en lo alto de una empinada cumbre. Esto lo confirmaría la estrofa 35.

30 Se refiere, sin duda, a la sala de Ménglod. Las estrofas 33-40 podrían ser quizás una nueva interpolación.

31 Enanos. Sorprendente es que se cite aquí a Loki entre ellos. Acaso debió decir al Loki «para terminar, finalmente».

32 «La montaña de los remedios.»

33 Se trata de espíritus benéficos -«la protectora», «la cuidadora del pueblo», «la benigna», etc.- útiles en caso de enfermedad. Por motivos métricos, se necesitarla un nombre mas tras el de Frid; sumando a Ménglod se tendrían las once que se decían en la estrofa 14.

34 «El claro como el sol.»

35 Una de las nornas. El destino.

36 En la buena montaña (ljúfu bergi a) es sin duda una mala lectura deLylfjabergi á (cf. estrofa 36).

 

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